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Ya terminó una nueva versión del CyberDay, la que registró récord en visitas y ventas respecto de los otros eventos similares realizados anteriormente por la Cámara de Comercio de Santiago.
Esta vez fueron 96 empresas las que realizaron ofertas (no muy creíbles para muchos consumidores eso sí), con lo que muchos utilizaron sin mucho cuidado las tarjetas de crédito que tenían a mano.
Si tras este evento de ecommerce, te das cuenta de que tu situación financiera quedó algo diezmada, revisa los siguientes tips que entrega Defensa Deudores para salir a flote y volver a reordenar tu presupuesto y que obviamente pueden aplicarse a la vida en general:
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1. Si literalmente me desbandé en este CyberDay, ¿cómo hago para no volver a salirme del presupuesto?
«Debemos considerar que las compras vía comercio electrónico se pueden hacer a través de tarjeta de crédito o tarjeta de débito. En el caso de las compras con tarjeta de crédito es importante que la persona pague el total de la cuota facturada y no el pago mínimo, pues éste sólo paga intereses pero la deuda no baja», subraya, Mario Espinosa, abogado de Defensa Deudores.
Asimismo, y como recomendación general, recomienda que no se debe destinar más del 25% del ingreso mensual para el pago de deudas de crédito de consumo o tarjetas de crédito.
2. Si las compras las hice en muchas cuotas, ¿sería bueno consolidar la deuda?
«Es una buena opción siempre que el valor cuota implique una disminución. Si bien las tasas de interés han subido, aún es una buena alternativa la consolidación de las deudas, porque, además, siempre será mejor deberle a una sola entidad que a muchas», explica el abogado.
3. ¿Cuáles son los principales riesgos que corro de no pagar mis compras con las tarjetas?
«El interés moratorio de las tarjetas de crédito es superior al de los créditos de consumo. Así, si yo me atraso en el pago de la cuota de la tarjeta de crédito, mi deuda crecerá por el hecho de castigarme con una tasa de interés mayor. Eso genera el riesgo que la deuda se escape de mi control y que en definitiva no pueda pagarla», advierte Espinosa.
Añade que de producirse eso, significar caer a Dicom con el inicio de las molestas gestiones de cobranza, etc.
4. Si no puedo pagar la o las cuotas completas, ¿conviene ir abonando cómo último recurso? ¿Hay otra alternativa?
El especialista apunta a que esa no es ma mejor opción. Si el nivel de endeudamiento ya es severo, lo más recomendable es negociar si están dadas las condiciones, o en último caso acogerse al procedimiento de renegociación de la Nueva Ley de Quiebras (Ley 20.720 de Insolvencia y Reemprendimiento), «que permitirá llegar a un nuevo acuerdo de pago, con todos mis acreedores; acuerdo de pago que estará dentro de mis posibilidades».
5. ¿Es buen consejo eliminar todas las tarjetas para no tentarse nuevamente?
«No creemos que esa sea una solución», afirma Espinosa, ya que sostiene que el «crédito no es malo per sé, pero tampoco necesito diez tarjetas de crédito, pues recordemos que todas ellas tiene un costo de mantención».
A juicio del especialista, lo recomendado es manejar entre una a dos tarjetas y mantener los gastos controlados. «En ese sentido, es fundamental apelar a la responsabilidad del consumidor y a la necesidad de avanzar en la educación financiera de las personas, como también, a la obligación que tenemos los consumidores de cotizar y conocer los costos asociados (mantención, tasa de interés, interés por atraso) que la tarjeta de crédito cobra, para poder definir aquellas que me son más convenientes mantener», apunta.
DP/PCP