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Tras seis años lejos de la pantalla grande, la actriz Renée Zellweger regresa en gloria y majestad a su papel de Bridget Jones para la tercera entrega de la saga que se alista para llegar a las salas de cine, y en el proceso revela por qué se mantuvo tanto tiempo alejada de su trabajo.
«Encontré el anonimato para poder tener intercambios con las personas a un nivel humano, y ser vista y oída, y no ser definida por la imagen que se ve de mí en un papel», declaró la estrella de 47 años a la revista Vogue, donde protagoniza la portada de su más reciente edición.
Según explica, tomó la decisión de desaparecer de la industria cinematográfica ya que «no se puede ser un buen narrador, si no se tienen experiencias de vida y si no puedes relacionarte con la gente».
Así las cosas, Zellweger cuenta que tras su actuación en «My Own Love Song» (2010) se dedicó a rechazar ofertas de Hollywood para enfocar sus energías en reencontrarse consigo misma.
«Como una persona creativa, decirle que no a aquel maravilloso proyecto que sólo se presenta una vez en la vida es difícil. Pero no me encontraba bien y no me estaba tomando el tiempo que necesitaba para recuperarme entre proyectos, y esto llegó a afectarme personalmente», indicó sobre aquellos tiempos en que se auto exilio del cine.
Ahora, más recuperada, está feliz de haber vuelto a dar vida a Bridget Jones y ya alista dos nuevas películas con las que espera recuperar el sitial de gran estrella.
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