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Que la sociedad está más reactiva a lo que sucede en el país no es un misterio. La cantidad de movilizaciones registradas en los últimos años son un reflejo de ello y al parecer el sector laboral no se escapa.
Así lo muestra el Informe de Huelgas Laborales 2015 del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (Coes) que es lanzado este jueves en la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile.
Según este reporte, el 2015 fue un año más agitado en términos de conflictos laborales, registrándose 383 huelgas contra las 306 anuales que promediaba el periodo 2010 – 2014.
A su vez, del total de movilizaciones ocurridas el año pasado, 205 fueron extralegales y 175 legales.
«El 2015 fue conflictivo en general, pero (…) lo que hay más bien es un aumento desde 2006 en adelante», comenta Kirsten Senhbruch investigadora COES y directora del Instituto de Políticas Públicas de la UDP.
La experta argumenta que la explosión del conflicto estudiantil de la época y la protesta llevada a cabo por los subcontratistas del sector minero en 2007 podrían estar detrás de este aumento.
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Otro elemento que añade Senhbruch, es que existe «una creciente consciencia de los trabajadores de sus derechos y por el otro lado una decreciente tolerancia a la desigualdad».
La Región de Magallanes es la que experimentó el nivel más alto de movilización (81.116 trabajadores comprometidos), seguida de lejos por la Región Metropolitana (23.271) y Los Ríos (20.315), aunque la especialista apunta a que esto es un caso puntual y no una tendencia.
El informe además da cuenta que en el sector privado predominó la huelga legal (con 175 huelgas) por sobre la extralegal (87). Pese a ello, estas últimas movilizan congregaron casi cuatro veces más trabajadores que las legales.
Eso sí, las huelgas del sector público representaron el 88,2% del total de trabajadores movilizados del 2015, lo que, a juicio de la experta, se explica por el nivel de organización que hay en el aparato estatal.
Motivaciones diferentes para movilizarse
El estudio del Coes también evidencia que los trabajadores tienen diferentes motivos para movilizarse por movilizarse por diferentes motivos dependiendo del sector al que pertenecen.
Mientras el 69% de los empleados de empresas y organizaciones privadas tuvieron como principal reivindicación el aspecto salarial, en el caso de los trabajadores públicos sólo el 21,5% consideró ésta como principal opción, seguido por «infraestructura y falta de insumos o personal» (19%) e «incumplimiento de acuerdos» (10,7%).
«No es muy evidente el porqué es así. Posiblemente, en el sector privado, donde hay más rotación laboral, un gran porcentaje de los trabajadores no se atreven a hacer huelgas por condiciones laborales, porque consideran que los puede hacer perder en empleo, que las consecuencias sean más graves, aunque no hay datos concretos», señala la investigadora.
Consultada por si la actual reforma laboral, que se mantiene entrampada tras la sentencia del Tribunal Constitucional, ayudará a detener esta escalada, Senhbruch es enfática. «Hay temas históricos laborales no resueltos y que como está quedando la reforma laboral ahora, menos se resuelven. Cuanto menos se resuelvan, más probabilidad de conflicto», concluye.
DP/PCP