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¡NO DAMOS CRÉDITO! El Lunático amarga la celebración de @WWERollins y canjea su maletín!!! #MITB https://t.co/k906dpre2T
— WWE México (@wwe_mex) 20 de junio de 2016
Money in the Bank 2016 será recordado como el evento en el que Dean Ambrose se consolidó en la WWE.
Todo le salió de forma extraordinaria al «Lunático», que entró al T-Mobile Arena, de Las Vegas, Estados Unidos, como un luchador más del roster principal de la empresa de entretenimiento deportivo y se fue como el ganador del maletín y con el Campeonato Mundial de Peso Pesado.
Ambrose había amenazado días antes que ganaría la lucha de escaleras de Money in the Bank en la que enfrentó a Chris Jericho, Sami Zayn, Cesaro, Kevin Owen y Alberto del Río. El exintegrante del «Escudo» también había advertido que no esperaría mucho tiempo como otros ganadores de la valiosa maleta, sino que lo haría válido esa misma noche.
Después de una espectacular pelea entre los seis aspirantes al maletín que duró 21 minutos, el «Lunático» logró subir a lo más alto de la escalera y descolgar el premio que le daba la oportunidad de retar a cualquier monarca de la empresa durante los siguientes 365 días.
El evento continuó hasta llegar a la pelea estelar de la noche entre Roman Reigns, quien defendía el Campeonato Mundial de Peso Pesado ante su examigo y excompañero en el «Escudo», Seth Rollins.
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Durante 26 minutos ambos gladiadores sorprendieron al universo de la WWE con sus mejores llaves y movientos. Por un lado la fuerza y brutalidad de Reigns; por el otro la espectacularidad y habilidad del «Arquitecto».
Al final, Rollins venció al descendiente de samoanos y recuperó el título que perdió a finales del año por una lesión en la rodilla en una pelea ante Kane.
Pero Dean Ambrose no olvidó su promesa y cuando el «Futuro de la WWE» celebraba su hazaña, sonó la música de entrada del «Lunático».
Rollins se encontraba cansado y golpeado por el combate ante Roman, pero aún así espero a Dean, quien lo sorprendió por atrás con un golpe con el maletín.
Enseguida, el excampeón de Estados Unidos cubrió a Rollins para en nueve segundos terminar con el nuevo reinado del «Arquitecto» y coronarse por primera vez con el título máximo de la empresa.