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¿Cuál es el mejor regalo que un padre puede recibir? Para Josh Marshall, el segundo mejor regalo quizás pudo ser el haber sido nombrado «Padre del Año» por una revista; pero sin duda, el mejor regalo fue la vida de su hijo, quien se recupera de cáncer cerebral.
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En marzo de 2015, Gabriel Marshall de 8 años de edad, fue diagnosticado con un raro tumor maligno. Josh Marshall apoyó a su hijo en todo momento, y para ayudarle a subir su ánimo, decidió raparse y tatuarse la misma cicatriz que le quedó a Gabriel tras la cirugía.
«Mi hijo y yo este año en el evento St. Baldrick, en Wichita, Kansas. Me tatué la cicatriz de mi hijo para ayudarlo con su autoestima», comentó el padre a la revista Inked Magazine. En su página de Facebook obtuvo más de cinco mil votos, por lo que fue designado como «El Mejor Papá Calvo» de 2016.
Junto a este reconocimiento vino la fama mundial ya que su fotografía con Gabriel se volvió viral en los últimos días. «Wow, jamás me imaginé que esta foto arrasaría de la forma en la que lo hizo», explicó en Facebook el originario de Kansas, Estados Unidos.
Josh y Gabriel recibieron un sin número de comentarios en redes sociales, tanto en la cuenta personal como en la de la revista que le brindó el reconocimiento: «Rezo por tu hijo y estoy orgulloso de saber que existen padres como tú que dejaron todo y que se enfrentaron a la adversidad. Verdaderamente eres una inspiración», contó un usuario.
A través de su cuenta de Facebook, el llamado «Padre del año» agradeció a todos los que le ayudaron a conseguir los votos y a los que le han dedicado unas palabras de apoyo: «Es un honor ser llamado el ‘Mejor Papá Calvo’ de 2016, pero la verdad es que no soy mejor que cualquier otro participante que iría más allá de los límites para ayudar a nuestros hijos. Espero que todos tengan un excelente Día del Padre, en especial aquellos que hacen la diferencia para sus hijos».
El evento St. Baldrick es realizado por la fundación del mismo nombre. Su principal objetivo es ayudar a los niños que padecen cáncer y a sus familiares. Una de las formas en las que les ayudan es rapar a los familiares, para que los niños se sientan apoyados e identificados.
