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La desaceleración de la economía, disminución de ventas y clientes, fusiones de empresas y cargos, son causas habituales de reestructuración y desvinculaciones de personal.
Normalmente son decisiones estructurales de las compañías, pero quienes trabajan en la organización pueden dar algunos pasos para evitar ser desvinculados cuando hay rumores de reestructuración.
«Habitualmente las jefaturas o comisiones que analizan las desvinculaciones se rigen por el criterio de quiénes aportan valor a la organización, al momento de decidir a quién despedir o no. Por supuesto, se quedan con los trabajadores que aportan más valor, ya sea en ventas o en productividad del trabajo«, explica Verónica Bermedo, psicóloga laboral de la empresa de outsourcing y recursos humanos GrupoExpro.
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Cuando los rumores de reestructuración y despidos acechan, es importante tener un historial de comportamientos que favorezca la permanencia laboral.
No basta un cambio de actitud de última semana, sino que debe ser un comportamiento de largo plazo.
Entre las actitudes que podrían salvarlo de ser despedido en una reestructuración empresarial, la psicóloga de GrupoExpro destaca:
1. Colaborar para salir de la crisis: si existe confianza, sería aconsejable conversar con la jefatura para obtener una retroalimentación de la situación y manifestar al jefe la intención de colaborar con la empresa para la salir de la crisis. «Por ejemplo, si hay baja de ventas, el empleado podría proponer al jefe nuevas estrategias, segmentos y sectores», explica.
Tal vez el jefe también pida que transmita tranquilidad al equipo de trabajo para continuar en las labores con el mismo entusiasmo para salir adelante.
2. Hacer más que lo justo: hay trabajadores que solo hacen lo que se les pide. En cambio otros, hacen más de lo suficiente para conservar su trabajo. Son motivados, les gusta hacer las tareas bien, proactivos, piden más trabajo del que se les da, solicitan información y capacitaciones. Conocen muy bien su rubro y saben lo que genera valor a la empresa, para poner ahí el énfasis de su esfuerzo. La psicóloga ejemplifica «si es un captador de clientes, pide nuevas rutas para ampliar sus opciones de venta, conoce las ofertas de la competencia y si no sabe algún aspecto técnico de su producto, pide capacitación o lo consulta sin quedarse con la duda».
3. Actuar con tranquilidad: los rumores de reestructuración habitualmente provocan ansiedad y angustia en los trabajadores, quienes están expectantes si serán despedidos. Esto puede provocar distracción y merma en la productividad, precisamente en un momento que en hay que exhibir buenos resultados para evitar ser desvinculado. En este caso, se puede producir una «profecía autocumplida» pues aunque no haya estado contemplado inicialmente en la reducción de personal, debido a la baja de su rendimiento, podría terminar siendo parte del recorte de personal.
Por esto, es recomendable que el trabajador mantenga una actitud mental tranquila, concentración y foco en el trabajo, para continuar los procesos normalmente y continuar la productividad.
4. Buenas relaciones con el equipo y otras áreas de la empresa: un trabajador proactivo dinamiza a su equipo de trabajo, facilitado la resolución de los problemas y evita cuellos de botella. Si solicita información a otra área de la empresa, no sólo envía el requerimiento por mail, sino también va a hablar con las personas respectivas y se muestra. Es valorado un trabajador que genera buen ambiente. «Cuando el equipo que analiza las desvinculaciones tiene dos candidatos con iguales niveles de productividad o ventas y uno de ellos con mejores relaciones interpersonales, probablemente se quedará con éste último», explica Bermedo.
Asimismo, relacionarse con otras áreas de la empresa, permite en caso de desvinculaciones plantear al jefe ser trasladado a otra área de la compañía, lo que podría salvarlo de la reestructuración.
DP/PCP