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Con un poderoso video, el Fondo de la Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertó sobre la terrible discriminación y sus consecuencias mortales para los niños que viven en la pobreza.
La agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) realizó un experimento con la pequeña Anano en la ciudad de Tiflis, Georgia, donde se encuentra una gran cantidad de niños refugiados.
Durante el estudio se vistió a la menor de dos distintas formas. En una, Anano aparecía sola en la calle vestida con ropa casual y limpia, varias personas se acercaron para corroborar que se encontrara bien y ayudarla a encontrar a su familia. Por otro lado, se caracterizó a la pequeña con ropa sucia y desarreglada: nadie le hizo caso.
Un fenómeno similar sucedió cuando se pidió a Anano que caminara por un restaurante y se acercara a los comensales. Cuando estaba limpia la recibieron con sonrisas, cuando estaba sucia la expulsaron del lugar y hasta la hicieron llorar.
La situación ilustra la advertencia que lanza la Unicef. La gran discriminación que sufren los pequeños que viven en pobreza y, particularmente los niños refugiados, podría acabar con su vida.
La dependencia advierte que unos 70 millones de menores podrían morir antes de los cinco años por la desigualdad, la discriminación y la falta de oportunidades de crecimiento y desarrollo y que 167 millones vivirán en la pobreza extrema para el años 2030.
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Unicef señala principalmente a las diferencias entre países desarrollados y subdesarrollados donde se han visto avances moderados para asegurar que los pequeños salgan de la pobreza y asistan al colegio.
De acuerdo con la organización, un niño nacido en Sierra Leona tiene 30 veces más probabilidades de morir antes de cumplir los cinco años que un pequeño nacido en Reino Unido.
«Se trata de una cuestión de compromiso político”, afirmó Anthony Lake, director ejecutivo de Unicef. “Se trata de una cuestión de recursos. Y se trata de una cuestión de voluntad colectiva. Unir fuerzas para hacer frente a la desigualdad y a la iniquidad al centrarnos en una mayor inversión y esfuerzo para llegar a los niños que se están quedando atrás. El momento de actuar es ahora”.
Además de la pobreza y la falta de educación, factores como enfermedades prevenibles, esclavitud y trabajo infantil, matrimonios forzados de menores de edad, embarazos a edad temprana y muertes neonatales por falta de un cuidado médico apropiado incrementan la mortalidad entre los menores.
La Unicef llama a un pacto mundial por la infancia para detener esta mortal tendencia y exige a los gobiernos tomar las medidas necesarias para erradicar la pobreza y la desigualdad entre los menores.
