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Como parte de la estrategia de la Triple Entente para llevar al Imperio Alemán y al austro-húngaro a luchar en tres frentes distintos, las tropas británicas y francesas atacaron a los alemanes que ocupaban la parte norte de Francia, cerca del río Somme, provocándose la Batalla del Somme. Esta batalla, la más sangrienta en la historia del ejército británico en donde murieron más de un millón de personas, no sólo tuvo a hombres luchando en las trincheras.
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Según consigna la cadena británica BBC por el motivo del centenario de la batalla, un niño de 12 años llamado Colin Lewis escapó de su casa y motivado por la propaganda para enrolamiento y por las ganas de vivir aventuras, fue a Europa continental a luchar.
«Así era él, siempre quería estar en el lugar de la acción», relata el hijo de Colin, Sidney, a la BBC. «Pero para entrar al ejército había que tener 18 años, y él tenía 12». ¿Cómo lo hizo entonces?
Simplemente mintió. «Así que se fue de su casa sin decirle nada a su familia, y cuando llegó la hora de someterse a los exámenes, dijo que tenía 18». «Tiene que haber sido un shock para este niño londinense. Los campos ya no eran campos, eran una extensión de puro barro. El cielo era de color negro, no se escuchaba el canto de los pájaros ni se veía a ningún animal. Tuvo que haber visto a muchos hombres morir, muchos de sus amigos».
«Para poder soportar esta situación a una edad temprana, tuvo que haber sido un niño muy valiente», dice. Explica que su familia, al enterarse de que su hijo estaba enrolado en el ejército, pidió inmediatamente que lo mandaran de vuelta a Londres, pero él estaba peleando en el frente más sangriento de la batalla, retradado por el pintor alemán Otto Dix
Aún así, Sidney sobrevivió, y el mensaje de la familia llegó hasta los encargados de las tropas en el frente. Seis semanas estuvo el niño de 12 años en Somme, hasta que fue retirado y enviado de vuelta a su casa.
PUB/FHA