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Durante 90 días, un grupo de personas entre 30 y 60 años fue parte de una investigación que buscó determinar las bondades del consumo del propóleos, el conocido producto resinoso elaborado por las abejas al cual se le han atribuido muchas propiedades biológicas, destacando su actividad antioxidante.
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Por ello, se propuso que el consumo de este producto podría influir positivamente en la prevención de enfermedades crónicas fuertemente asociadas al estrés oxidativo. Esto se evaluó mediante un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Talca, dentro del marco de un proyecto FIC Regional adjudicado a la profesora Elba Leiva, en el cual se les proporcionó 30 gotas diarias de este alimento funcional con características antioxidantes a los sujetos de investigación.
Y los resultados, según explicó el académico a cargo de la coordinación de la Línea de Estudio de Enfermedades Crónicas asociadas al Envejecimiento del PIEI-ES, Dr. Sergio Wehinger, fueron bastante alentadores.
“Si bien los niveles de LDL colesterol, conocido como “colesterol malo” ya que aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, no tuvo cambios significativos frente a la ingesta de propóleos, fue el colesterol HDL (colesterol bueno) el que subió de 56,4 a 60,7 miligramos por decilitro”, una aumento modesto, pero estadísticamente significativo, según el estudio.
El colesterol HDL es el encargado de retirar el exceso de colesterol desde los tejidos hacia el hígado para su excreción, evitando que se acumule en vasos sanguíneos en y macrófagos de esa zona, disminuyendo así los riesgos de infarto al miocardio o la obstrucción del flujo sanguíneo en otros órganos, por lo que este aumento inducido por el propóleos, es “una excelente noticia”, según resaltó el académico.
Otra externalidad positiva que arrojó el estudio, tiene que ver con la evaluación que se realizó al glutatión reducido, que es una pequeña molécula peptídica y parte muy importante de las defensas antioxidantes del organismo. Bajos niveles plasmáticos de glutatión reducido, son marcadores de estrés oxidativo, lo que se relaciona al desarrollo de enfermedades crónicas, como la diabetes mellitus tipo 2, cáncer, obesidad, estados crónicos de inflamación, problemas del sistema inmune, entre otros; mientras que tener niveles altos de glutatión reducido, es una señal que sugiere que la persona está con las defensas antioxidantes en buen estado.
En esta investigación se encontró un notable aumento de los niveles de glutatión reducido en el grupo que consumió propóleos de manera periódica. Algo similar ocurrió cuando se evaluaron los niveles de TBARS (sustancias reactivas al ácido barbitúrico) las cuales son marcadores de la oxidación de las membranas lipídicas de las células del organismo. El consumo de propóleos disminuyó sus niveles sanguíneos, indicando una disminución del estrés oxidativo.
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Respecto a los beneficios del propóleos, el académico Sergio Wehinger, comentó que, “Es importante que un producto natural que es rico en antioxidantes, tenga la capacidad de disminuir los niveles de indicadores que son negativos para la salud humana y en esta investigación, así ocurrió”.
Además, el investigador del PIEI-ES recomendó consumir alimentos ricos en antioxidantes como el mismo propóleos y por supuesto, frutas y verduras, los cuales junto a una adecuada actividad física, han probado ser hasta ahora, la forma más sana y eficiente de prevenir las enfermedades crónicas asociadas al envejecimiento.
PB/MC