Why is President Obama allowed to use Air Force One on the campaign trail with Crooked Hillary? She is flying with him tomorrow. Who pays?
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 4 de julio de 2016
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El dúo demócrata viaja a Charlotte, en Carolina del Norte, para intervenir en el primero de una serie de eventos de alto perfil destinados a movilizar a los electores, en particular aquellos provenientes de las minorías, que continúan respaldando al mandatario, en estados cruciales para definir los comicios.
Clinton –que viajará junto a Obama en el avión presidencial Air Force One– aspira a relanzar su campaña después de una serie de relativos reveses y revelaciones relacionadas con el uso de su cuenta privada de correo electrónico cuando era secretaria de Estado.
La ex primera dama declaró durante más de tres horas el sábado ante el FBI, que está llevando a cabo una investigación sobre ese caso.
A tres semanas de la convención demócrata de Filadelfia, en la cual Clinton será proclamada como candidata a la Casa Blanca, los republicanos han aprovechado este caso para insistir sobre la escasa confiabilidad y seriedad de la ex jefa de la diplomacia estadounidense.
Máxime cuando se supo que el ex presidente Bill Clinton se reunió recientemente en una pista de aeropuerto con la fiscal general Loretta Lynch, cuyo Departamento supervisa la investigación vinculada con la mensajería electrónica de Hillary.
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En una entrevista que salió al aire el domingo en el programa «Meet The Press», de la cadena NBC, Clinton reconoció que fue imprudente que su marido se reuniera con Lynch.
— Una candidata «elitista» —
Trump se valió de ese encuentro para insistir sobre la pertenencia de los Clinton a una «élite» enquistada en Washington y acostumbrada a manejar un sistema «amañado y corrupto», según tuiteó el lunes.
«La deshonesta Clinton es culpable al máximo, pero el conjunto del sistema está amañado y corrupto», afirmó el magnate.
«¿Dónde están los 33.000 e-mails que faltan?», agregó, refiriéndose a los correos electrónicos que Clinton dijo haber borrado porque estaban relacionados con su vida privada y no con su labor como secretaria de Estado.
A lo largo de la campaña Trump se ha esforzado por pintar a Clinton como una privilegiada a la cual, en razón de sus vínculos con los estamentos de poder en Washington, no se le aplican las reglas que rigen para todos los estadounidenses.
Los sangrientos ataques suicidas del domingo atribuidos al grupo Estado Islámico en Bagdad, que provocaron la muerte de más de 200 personas, le sirvieron por otro lado a Trump para volver a atacar a Clinton por su «debilidad» en la lucha contra el terrorismo.
«Hillary nunca será capaz de manejar la complejidad y el peligro del EI, afirmó el magnate republicano.
«Con Hillary y Obama los atentados terroristas sólo empeorarán. Idiotas políticamente correctos, se niegan a mencionar a las cosas por su nombre: ISLAM RADICAL», afirmó.
Y añadió en su cuenta de la red social: «Necesitamos cambiar».
Ignorando las críticas de su rival, Clinton apuntará a sacar partido de la presencia del presidente en su acto de este martes, así como de la del vicepresidente Joe Biden en otra actividad proselitista, el viernes en Pensilvania, para reorientar su campaña hacia temas económicos, sociales y de política exterior.
«Tengo apuro por partir en campaña junto a @POTUS», escribió en Twitter. POTUS es el acrónimo de «President of the United States».
El apoyo de Obama podría ser vital para Clinton. Aunque todos los sondeos coinciden en colocarla como favorita, su ventaja sobre Trump se va acortando.
La última encuesta NBC News/Wall Street Journal revela incluso que en materia de honestidad y fiabilidad Trump la derrota por varios cuerpos: 41% a 25%.
PUB/IAM