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Al final del primer trimestre 2016, la remuneración imponible promedio de las mujeres representaba un 85% de la de los hombres a diferencia del 68,5% que se daba en la década de los ´90. Este acercamiento se debe fundamentalmente al mayor aumento en las remuneraciones de las mujeres.
Así lo revela el Índice de Ocupación y Remuneraciones de la Asociación de AFP. Asimismo, se observa que a marzo de este año, las tasas de crecimiento de renta imponible han sido positivas, llegando a niveles de 1,7% y 2,8% real, para hombres y mujeres, respectivamente.
Para el economista Alejandro Puente, esta disminución en la brecha salarial entre hombres y mujeres se debe a dos factores fundamentales, lo que pasa también por un cambio cultural.
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«Si tú ves la composición actual de la matrícula de educación superior es prácticamente paritaria. Si comparas esta situación, veinte o treinta años atrás, el grueso de los estudiantes eran hombres y si eso lo trasladas al mercado del trabajo, vas a tener que los mejores empleos, la gente más calificada y por tanto, con mayor remuneración, entonces ese es un factor que por supuestos incidía en esta diferencia salarial», comenta el académico de la Universidad Santo Tomás.
Por otro lado, el reporte del gremio indicó además que durante el periodo comprendido entre el año 2012 y el primer trimestre 2016 el índice de remuneraciones reales se mantuvo entre los valores de 8 % y 6%, siendo los años 2013, 2015 y 2016 los de menor crecimiento. Sin embargo, el valor nominal del índice, presenta mayores desviaciones, alcanzando máximas mayores a 6% y mínimas cercanas al 1%, en el mismo periodo de tiempo.
Lo anterior refleja que en estos últimos años se ha tendido a moderar el crecimiento del poder de compra de los trabajadores asalariados, producto de la mayor inflación, según el informe del gremio.
Cabe considerar que las remuneraciones con las que se construyen estos índices están acotadas por el ingreso mínimo ($250.000) y el tope máximo imponible (74,3 UF), equivalente a $1.917.835 a marzo 2016.
Aunque los afiliados realicen jornadas parciales de trabajo en el mes, sea por horas o días, deben cotizar para pensiones. En este caso, la cotización del 10% de la remuneración imponible corresponderá a la proporción de días trabajados en el mes considerando una remuneración mínima imponible no menor que el ingreso mínimo mensual.
Otro dato relevante del informe de AFP de Chile, es que a marzo 2016 se observa que el 16,9% (886.312) de los cotizantes realizan aportes por ingresos imponibles menores o iguales al ingreso mínimo, mientras que el 21,8% (1.141.760) lo hace por rentas de más de $1 millón.
Pese a la disminución en la brecha, el informe reveló que el 55% de los hombres cotiza por rentas más altas (desde $500 mil en adelante), mientras que solo el 44% de las mujeres contribuyen por este mismo rango de ingresos. Lo contrario ocurre si se observan los aportes por ingreso imponible menor o igual a $500 mil, donde son las mujeres quienes muestran mayor proporción.
Por otro lado, en promedio, los cotizantes dependientes aportan para pensión por ingresos imponibles de $714.580, que representa casi 3 veces el ingreso mínimo de $250.000. En particular, los hombres cotizan por $759.609, que es $107.843 más del monto por el que aportan las mujeres ($651.766).
Con respecto a la mediana de ingreso, se observa que el 50% de los cotizantes hombres cotiza por rentas iguales o menores a $556.000, mientras que la mitad de las mujeres impone por ingresos menores o iguales a $450.000.En el caso de los hombres la mediana de ingresos equivale a 2,2 veces el ingreso mínimo, mientras que el mismo cálculo para las mujeres es de 1,8 veces.
Menos cotizantes
Otro dato que reveló el informe es que el número de cotizantes en las AFP ha ido bajando constantemente desde 2012.
De esta manera, si enero del año 2012 hubo 5.084.533 cotizantes, en marzo de este año el número llegó a 5.690.009 trabajadores, es decir, en estos últimos 4 años y 3 meses el número de cotizantes ha aumentado 605.476 personas.
Respecto de esto, el economista lo atribuye a dos estados diferente en el mercado del empleo. Si en la primera parte de ese periodo había lo que se podría considerar pleno empleo, lo que dificultaba que más gente entrara al mercado laboral y por ende no creciera más la gente que impone en la AFP; en los últimos año el factor es el contrario.
«Tienes un cambio en la composición del empleo en el último tiempo, en el sentido que lo que ha crecido sobre todo el empleo por cuenta propia y el empleo asalariado está creciendo muy marginalmente», explica el economista, quien añade que muchos de esos trabajadores independientes no cotizan porque no están obligados a hacerlo.
Este indicador además mostró que la variación porcentual, en doce meses, del número de ocupados sobre la base de cotizaciones pagadas y declaradas mensualmente en las AFP. Se utiliza la métrica de 12 meses para aminorar las variaciones provocadas por la estacionalidad del empleo.
El informe indicó que el índice de ocupación a marzo 2016 creció 1,5%, es decir, en 12 meses el número de cotizantes subió en 85.594 trabajadores. La tasa de crecimiento es positiva, pero menor a la que se observó en el mismo período 2015, que fue de 2,1%.
DP/PCP