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Columna de Andrea Zondek: Tarjeta “Respeto”

La tecnología avanza a pasos agigantados. Estas buenas ideas, en más de una ocasión, pueden hacernos más cómoda nuestra vida diaria, darnos mayor accesibilidad o simplemente permitirnos ratos de esparcimiento.

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Todos los días en redes sociales se destaca alguna iniciativa y hoy en el espacio que me entrega Publimetro, quiero mostrar una que hace la diferencia.

La movilidad, el desplazamiento de las personas con discapacidad es un tema de mayor relevancia cuando se trata de las calles de nuestro país. Recuerdo hace ya varios años, cuando se buscaba un modelo de transporte para la capital se daba como ejemplo el caso de Transmilenio de Bogotá o los logros en Brasil con la reconocida experiencia de Curitiva. No tengo tan claro qué tanto se utilizó de uno u otro caso para dar vida al Transantiago, de lo que sí tengo certeza es que para buenas ideas hay sólo que mirar las experiencias exitosas en otros países.

Curitiva nuevamente nos da un ejemplo de cómo con políticas adecuadas y con el uso de la tecnología existente, podemos dar accesibilidad segura a todas las personas que tienen condición de discapacidad.

Con cifras en mano se dieron cuenta que de las 300 mil personas con discapacidad de la ciudad, sólo 13 mil tenían tarjeta para movilizarse en el transporte público y lo que era más dramático, que entre los años 2013 y 2014 cerca de 60 adultos mayores habían sido atropellados por no alcanzar a cruzar adecuadamente una calle.

Así crearon la tarjeta “Respeto”, que permite a través de un lector ubicado en los semáforos, aumentar el tiempo que el peatón tiene para cruzar. Esto es tan fácil como pasar la tarjeta por el torniquete del Metro o por el lector del transporte público.
La tecnología se viene aplicando ya desde el año pasado y hoy cuenta con 120 semáforos inteligentes, ubicados en zonas estratégicas; centros de salud, paraderos de buses y hospitales.

Con esto no sólo se ha hecho más accesible el desplazamiento de las personas con discapacidad, sino que es más seguro.

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Tal como debe haber ocurrido en Curitiva, en Chile las barreras de accesibilidad impiden disminuir el temor a la hora de enfrentar las ciudades y menos dan espacio para avanzar en una plena autonomía de las personas con discapacidad.  Por eso, políticas como éstas debieran ser miradas con atención tanto por el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, como por el Servicio Nacional de la Discapacidad (Senadis).

En la actualidad, el 20% de los chilenos adultos tiene algún grado de discapacidad, lo que hace a este grupo propietario a la hora de discutir sobre prioridades país. A pesar de tener claro que el empleo, la educación e incluso la salud son importantes para este sector de la población, también hay que saber que las barreras físicas de la ciudad siempre serán un impedimento a la hora tratar de universalizar estos derechos.  La sensación de no ser parte de la ciudad, que ésta no sea amigable y que no me entregue herramientas para hacer más seguro mi desplazamiento, puede fácilmente hacer que una persona decida no darse una oportunidad y salir.

Entonces, miremos estas buenas ideas, trabajémoslas con apoyo el sector privado… y hagamos posible que la tarjeta “Respeto” también abra las puertas de miles de chilenos.

*Fundación Tacal imparte cursos gratuitos para personas mayores de 18 años con discapacidad. www.fundaciontacal.cl; F.: 227351969 – 227370118; Adolfo Ibáñez 469, Independencia.

Las opiniones expresadas aquí no son responsabilidad de Publimetro

 

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