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AFP
La compañía de servicios de transporte estadounidense Uber anunció este miércoles la suspensión de su servicio en Hungría por la «imposibilidad» de operar en el país, la primera decisión de este tipo en Europa.
Este mismo miércoles entraba en vigor una nueva ley que permite a las autoridades húngaras bloquear los servicios de taxi que operan sin un sistema centralizado, como el caso de Uber.
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Esta ley, aprobada por el parlamento el mes pasado, «hace imposible que los conductores húngaros, a pesar de tener licencias y de pagar sus impuestos, puedan usar sus propios vehículos para ganar dinero», lamentó Uber en un comunicado.
La compañía se ha convertido en una de las ‘start-ups’ más en boga del mundo, valorada en unos 50.000 millones de dólares y presente en 50 países, incluyendo 21 dentro de la Unión Europea.
Pero también se ha enfrentado a problemas legales en muchos países y protestas de los taxistas, en particular en Europa. La semana pasada Uber fue multada en Francia con 800.000 euros (unos 900.000 dólares).
La compañía ha replicado con denuncias ante la justicia europea contra Francia, Alemania y España, porque considera que sus legislaciones restrictivas van en contra de la legislación europea.
Uber, más barato que los taxis tradicionales, entró en el mercado húngaro en 2014 y llegó a tener 1.200 conductores y unos 160.000 clientes inscritos.
La nueva ley que no le permite operar fue el resultado de meses de protestas de los taxistas en el país, que han visto reducir considerablemente su número de clientes.
DP/PCP