Economía

Niza: uno de los grandes destinos turísticos de Francia

 

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Agencias

 

Niza, la ciudad de la Costa Azul donde la noche de este jueves se perpetró un atentado en el que murieron al menos 84 personas, es una ciudad clave para el turismo francés desde el siglo XIX, que ofrece también grandes contrastes sociales.

 

Sus playas, paseos marítimos y museos, sus magníficas vistas al mar y su vida nocturna constituyen un enorme atractivo para el turismo francés y extranjero desde los años previos a la Primera Guerra Mundial (1914-1918), durante la Belle Époque.

 

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Situada a 30 kilómetros de la frontera con Italia, quinta ciudad más poblada de Francia después de París, Marsella, Lyon y Toulouse, se encuentra en una de las regiones del país más afectadas por la pobreza, y es al mismo tiempo la localidad mediterránea más grande y una de las más visitadas del sureste francés.

 

En la actualidad, residen en ella 342.000 habitantes, de los que cerca de 55.000 son inmigrantes, casi el 16% de su población, lo que la convierte en uno de los puntos del país donde el partido ultraderechista Frente Nacional (FN) cuenta con importantes apoyos.

 

En el Paseo de los Ingleses – donde anoche tuvo lugar el atentado, perpetrado por un individuo de origen tunecino que atropelló con un camión a las personas que habían visto los fuegos artificiales de la Fiesta Nacional francesa del 14 de Julio- cada verano tienen lugar numerosas festividades como el Carnaval de Niza y la Batalla de las flores.

 

El emblemático espectáculo de anoche celebraba la toma de La Bastilla de 1789, que en todo el país rememora el comienzo de la Revolución Francesa, con bailes y fiestas similares.

 

En Niza, el esplendor turístico comenzó a brillar a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando atraída por sus suaves temperaturas, la reina Victoria de Inglaterra eligió el palacio de la colina de Cimiez, actual hotel Régina, como lugar de vacaciones invernales donde pasar largas temporadas.

 

Los ingleses adinerados construyeron pronto otros palacetes y la avenida marítima hoy conocida como el Paseo de los Ingleses se convirtió en un centro de atracción turística muy especial, mientras la ciudad iba creciendo con bellezas arquitectónicas.

 

El Castillo del Inglés fue una de ellas, al igual que el Hotel Negresco, en cuyos salones recibieron anoche los primeros auxilios decenas de heridos.

 

La misma avenida marítima y otras adyacentes vieron nacer a partir de los años 20 el turismo estival, gracias al empuje de expatriados norteamericanos como el escritor John Dos Passos.

 

En el periodo de entreguerras, se construyen cientos de inmuebles «art-déco» en la ciudad, que acoge desde entonces a artistas, músicos y escritores de todas partes del mundo.

 

Tendencia que ha ido en aumento hasta hoy y que se propagó a partir del estallido de la Segunda Guerra Mundial, cuando Niza se convirtió en una ciudad refugio para muchos extranjeros desplazados.

 

 

Cancelación de reservas

 

«Desde ayer hemos tenido anulaciones masivas», dijo a la AFP Denis Cippoloni, presidente de los hoteleros de Niza y miembro del Umih, el principal sindicato hotelero.

 

La Organización Mundial del Turismo (OMT) expresó su solidaridad con la ciudad: «Niza es y seguirá siendo uno de los destinos turísticos de Francia y del mundo. Frente a esas fuerzas oscuras, debemos estar más que nunca unidos para combatir esta amenaza global», declaró su presidente, Taleb Rifai, en un comunicado.

 

El turoperador alemán TUI propuso a los clientes que hubieran reservado un viaje a Niza hasta el 31 de julio cambiar o anular su viaje sin gastos adicionales.

 

Varios eventos culturales, como un concierto de Rihanna en Niza el viernes y un festival de jazz que debía empezar el sábado, fueron cancelados.

 

El impacto económico de este ataque será aún mayor tomando en cuenta que la Riviera Francesa es un destino codiciado por acaudalados turistas que pasan sus vacaciones en los hoteles y villas de lujo de la región, o que vienen en yates a pasar unos días en la costa mediterránea.

 

El sector turístico, que representa el 7% del Producto Interno Bruto (PIB) de Francia y genera dos millones de empleos, directos e indirectos, se tambaleaba desde los atentados de 2015.

 

El pasado miércoles, día en el que se celebró el primer «comité de urgencia económica» dedicado al turismo, el ministro de Relaciones Exteriores, Jean-Marc Ayrault, había pedido una «movilización general» para que Francia mantenga su puesto de primer destino turístico mundial.

 

La llegada de turistas a París en vuelos regulares cayó desde enero un 11%, pero las otras ciudades francesas habían logrado mantener e incluso registraron un aumento del 1%.

 

Esta tendencia se disparó desde principios de mes, con un aumento del 11% de las llegadas en aviones en los primeros 10 días del mes de julio.

 

El ministerio de Relaciones Exteriores informó a principios de semana sobre un aumento de las reservas en el último minuto desde algunos países europeos, sobre todo gracias a la Eurocopa de fútbol.

 

El viernes, las acciones de grupos hoteleros como AccorHotels y la compañía de renta de vehículos Europcar perdían un 4% en la bolsa de París.

 

 

DP/PCP

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