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El intento de golpe de Estado en Turquía generó una ola de inquietud a nivel mundial, y desde Washington el presidente Barack Obama llamó a todas las partes a apoyar al gobierno «democráticamente electo» del presidente Recep Tayyip Erdogan.
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Obama instó también -tras una conversación telefónica con su secretario de Estado John Kerry- a «dar muestras de contención y evitar violencia y derramamiento de sangre».
Turquía es un socio militar clave para la OTAN y Estados Unidos. Desde las bases en ese país operan los aviones norteamericanos que bombardean posiciones del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en Siria.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, hizo un llamado a la «calma» y al «respeto total de las instituciones democráticas en Turquía», un «aliado valioso».
«Llamo a la calma y a la moderación, y al respeto total de las instituciones democráticas de Turquía y de su Constitución», declaró Stoltenberg.
El intento de golpe también «inquieta extremadamente» a Rusia, que pidió evitar un baño de sangre.
«Seguimos de cerca los acontecimientos y nos coordinamos con los Estados miembros de la UE» frente al intento de golpe de Estado en un «socio clave», señaló un comunicado conjunto del presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, la jefa de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini, y el titular de la Comisión, Jean-Claude Junker.
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«La UE apoya plenamente al gobierno democráticamente electo, a las instituciones del país y al estado de derecho», señala el comunicado.
El portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert, reclamó el «respeto del orden democrático». En un mensaje difundido a través de su cuenta Twitter señaló además que «hay que hacer todo lo posible por proteger la vida humana».
En Grecia el primer ministro Alexis Tsipras subrayó el «apoyo al gobierno democráticamente electo» de Turquía.
La situación generó «gran inquietud» en Irán, dijo el ministro de Relaciones Exteriores Javad Zarif. «La estabilidad, la democracia y la seguridad de los turcos es una prioridad», subrayó.
Por su lado el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo que la «interferencia militar en los asuntos de cualquier Estado es inaceptable».
Incluso el movimiento del imán turco Fethullah Gulen, enemigo jurado del presidente Recep Tayyip Erdogan y quien se encuentra exiliado en Estados Unidos, condenó «cualquier intervención militar» en Turquía.
«Condenamos cualquier intervención militar en los asuntos internos de Turquía», escribió en un comunicado el movimiento Alliance for Shared Values, seguidor del predicador.
– América Latina condena el levantamiento –
Varios países de América Latina expresaron también su apoyo al gobierno del presidente Erdogan.
Venezuela «rechaza el intento de derrocamiento violento en curso del Presidente legítimo de la República de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, mediante la violencia militar, en la capital Ankara y en la ciudad de Estambul, que desconoce la voluntad y vocación democrática del pueblo turco», declaró la cancillería venezolana.
También el canciller brasileño, José Serra, instó «a todas las partes a abstenerse de recurrir a la violencia y recuerda la necesidad del pleno respeto de las instituciones y del orden constitucional».
México lamentó por su parte «el alzamiento militar que pretende suspender el sistema democrático y constitucional en la República de Turquía».
En tanto, el gobierno de Chile condenó «todo uso de la fuerza contra el orden democrático» en Turquía y pidió «una pronta normalización de la situación en ese país amigo».
PUB/SVM