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De acuerdo con la cadena inglesa BBC, el hermano de la estrella de Internet pakistaní, conocida en redes sociales como Qandeel Baloch, admitió ser el asesino de la mujer. Además, declaró que primero la drogó y luego la estranguló.
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La policía dice que el cuerpo de Baloch fue encontrado en casa de la familia el pasado sábado 16 de julio de este año.
En primera instancia, todas las pistas señalaban como principal sospechoso a su hermano, Waseem Azeem, dirigiendo las investigaciones a un típico caso de los países musulmanes conocido como «asesinato de honor».
La cadena inglésa afirma que Azeem confirmó los informes de las autoridades durante la conferencia de prensa que se llevó a cabo después de su detención, sin mostrar remordimiento por el asesinato de su hermana.
«Sí, por supuesto que la estrangulé», dijo Azeem. Los reportes de la policía encargada de su captura, declararon al diario local «The Express Tribune» que los hermanos estaba en la planta baja, mientras que los padres estaban dormidos en la azotea. Fue alrededor de 22:45 cuando Azeem le dio una tableta … y luego la mató.
Baloch era seguida y aplaudida por muchos liberales de su país, sin embargo, conservadores musulmanes, que según datos de su gobierno suman alrededor del 70% de la población, se escandalizaban de forma extrema cuando la polémica mujer publicaba fotos con posiciones o gestos sugerentes.
«Después de los videos con Mufti Abdul Qavi que se hicieron virales en las redes sociales, planeaba asesinarla y sólo estaba esperando el mejor momento», concluyó Azeem en los informes policiacos.
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Un dato para resaltar, según la revista «People», es que el mismo informe dice Azeem tomó como ofensa grave los ideales no tradicionales y feministas de su hermana y su asesinato «ha proporcionado alivio» a sus padres y hermanos.
«Las niñas nacen sólo para quedarse en casa y traer honor a la familia siguiendo la tradición familiar, pero Qandeel nunca había hecho eso», dijo, y agregó, «el asesinato era mejor que el suicidio, así que fui con el mejor plan».
Lamentablemente, cientos de mujeres paquistaníes que «[violan] normas conservadoras» son asesinadas por miembros de la familia cada año en este tipo de matanzas como castigo.
