En un año, la transnacional de productos cosméticos Avon podría declararse en quiebra.
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La razón estaría detrás de un flujo negativo de caja, que sin la inyección de capital de Cerberus Capital Partners a principios de este año, el efectivo habría caído casi $ 360 millones de dólares en el primer trimestre.
Tan crítica es la situación actual, que Avon cuenta con más de US$ 2,1 mil millones en deuda a largo plazo, patrimonio neto negativo, y tiene un modelo de negocio obsoleto.
Avon ha reducido considerablemente sus ingresos y beneficios en operaciones internacionales desde hace años debido a una caída en las ventas reales y los ajustes de moneda extranjera negativos.