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En el popular bar «Las Tejas» de calle San Diego, el líder del Partido Progresista, Marco Enríquez-Ominami, reapareció de manera eufórica en la escena pública, tras la polémica por el uso de un jet privado de la empresa brasileña OAS en su campaña presidencial de 2013.
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La actividad estaba organizada para presentar a los candidatos del PRO a las elecciones municipales de octubre, pero fue el escenario elegido por Enríquez-Ominami para responder a sus detractores y animar a los candatos de su partido.
Sobre el uso del jet privado, MEO respondió que «podrán seguir las acusaciones, las tengo anotadas, son 21. Sigan, porque ¡no me van a tumbar!», declaración que arrancó aclamaciones entre los presentes.
Además hizo un llamado a todos los partidos tradicionales, «no nos mientan, no jueguen a la cachetada del payaso, la verdadera diferencia no es en un municipio solamente, es de fondo».
También afirmó que Ricardo Lagos y Sebastián Piñera, eventuales candidatos presidenciales, «ofrecen respuestas del pasado» a los actuales problemas del país.
PUB / DIG