La presidenta del Partido Demócrata estadounidense, Debbie Wasserman Schultz, anunció el domingo que renunciará a su cargo al finalizar la convención nacional partidaria que comienza el lunes en Filadelfia y deberá formalizar la candidatura presidencial de Hillary Clinton.
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El anuncio de Wasserman Schultz se conoció después de dos jornadas de intensas presiones internas dentro del partido para que abandone el cargo a raíz del escándalo por correos internos que muestran claramente como la dirección partidaria buscó beneficiar a Clinton y perjudicar al senador Bernie Sanders, su rival en la interna.
En una nota oficial, Wasserman Schultz afirmó que se propone ayudar a fortalecer el Partido Demócrata y a la candidatura de Clinton. «La mejor forma para mí de cumplir esos objetivos es renunciar a mi puesto de presidenta del partido al finalizar la convención», escribió.
El sitio web Wikileaks publicó el viernes casi 20.000 correos electrónicos de la dirección del Partido Demócrata desde el inicio de la campaña, en un espectacular escándalo que estalló a apenas dos días del inicio de la Convención Nacional que debía ser una fiesta de unidad detrás de Clinton.
En numerosos de esos correos, altos funcionarios del Partido Demócrata discutían como perjudicar la candidatura de Sanders durante la campaña interna y beneficiar a Clinton.
Ya durante la campaña Sanders había acusado abiertamente a Wasserman Schultz de no desempeñar su función de presidente del partido de forma neutral, y llegó a insistir en la necesidad de que ella renunciara inmediatamente al cargo para evitar que la disputa interna quedara manchada por sospechas.
Este domingo, Jeff Weaver, quien fue jefe de la campaña de Sanders, no logró esconder la enorme irritación del campo demócrata con el escándalo.
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«Ellos decían que eran neutrales, y nosotros sabíamos que no lo eran. Ahora tenemos la evidencia de que buscaban plantar historias negativas sobre Sanders. Los electores están furiosos, y tienen razón», dijo Weaver a la prensa.
En medio al escándalo, al inicio de la mañana el equipo de Wasserman Schultz había informado a la prensa que había decidido retirar su nombre de la lista de oradores durante la convención, y que no presidiría los trabajos del congreso partidario. Más tarde, se conoció su decisión de dar un paso al costado al fin de la Convención.
En una nota, Clinton agradeció «a mi vieja amiga Debbie Wasserman por su liderazgo», al tiempo que el presidente Barack Obama apuntó que «esta tarde (domingo) llamé a Debbie para decirle que le agradezco» los esfuerzos que hizo por el partido en los cinco años que presidió el comité nacional.
PUB/IAM