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Retomar los deberes laborales luego de haber disfrutado de las merecidas vacaciones no siempre es fácil. Retomar la rutina, adaptarse a posibles cambios y seguir con los horarios, a veces, suele ser una tarea un tanto tediosa, sobre todo cuando luchas contra el letargo y la distracción, factores que afectan la productividad.
Para reencantarse con el trabajo tras las vacaciones de invierno, Fernanda Klein, assessment consultant de PageGroup entrega unos tips para que volver a la rutina no se transforme en un dolor de cabeza:
Identificar motivaciones: Recordar el valor personal que se le da al trabajo y que es lo que moviliza y motiva a llevarlo a cabo día a día. Esto no debe estar relacionado al sueldo ni a los beneficios, sino más bien a las recompensas personales y satisfacción que provoca realizar las tareas.
Recordar las metas profesionales: Revisar el plan de carrera y recordar cuál es tu meta a 2, 5 o 10 años en lo laboral. Es importante tener clara la dirección y el avance de carrera profesional que se ha logrado, pues esto es lo que permitirá mantener el entusiasmo en el día a día.
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Coordinar reuniones de actualización: Generar la instancia de una reunión con los agentes involucrados en el trabajo diario, ya sean personas a cargo, jefaturas, clientes internos o externos, etcétera. Con el objetivo de hacer seguimiento a las tareas o proyectos en desarrollo, previo a la salida de vacaciones. Esto permitirá estar informados para luego definir los pasos a seguir.
Elaborar una lista de pendientes: Armar una lista de las cosas que se tienen que hacer, esto permitirá tener un orden mental para disminuir la ansiedad que se genera con la sensación de tener muchas cosas pendientes. También permitirá definir las prioridades, poner foco en estos ítems y así evitar distracciones. De este modo se podrán realizar acciones con mayor rapidez y orden y también se facilitará la acción por sobre la rumiación mental.