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Las fuerzas de EEUU en Afganistán aseguraron hoy que un arsenal estadounidense supuestamente en posesión del grupo yihadista Estado Islámico (EI) fue «abandonado» tras una operación y negaron que fuese tomado por la formación insurgente.
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«Ningún arma fue capturada», declaró a Efe el portavoz de la misión de Estados Unidos en el país, Ron Flesvig, un día después de que la firma estadounidense Site Intelligence difundiese fotografías atribuidas al EI de un arsenal junto a la bandera de las barras y estrellas.
En las imágenes aparecen entre otras armas un lanzagranadas, granadas, munición, una radio y un chaleco antibalas, además de dos documentos de identidad de un soldado estadounidense identificado como Ryan Jay Larson.
Flesvig precisó en un comunicado que ese «especialista», el cuarto rango más bajo en el sistema militar de EEUU, tomó parte en una operación conjunta con las fuerzas afganas, a cuyo término «fueron abandonados el documento de identidad del soldado y parte del equipo».
En cuanto a Larson, la misión de la OTAN en el país asiático, Apoyo Decidido, descartó en su cuenta de Twitter que haya sido capturado por el EI y apuntó que «permanece de servicio con su unidad».
Según Site, las fotografías fueron supuestamente tomadas en la provincia oriental de Nangarhar, considerada el bastión de la formación yihadista en Afganistán y donde las tropas afganas tienen un marcha una gran operación contra la insurgencia con apoyo aéreo de Estados Unidos.
Afganistán había dado por derrotado al EI en esa región a principios de año, pero el pasado 25 de julio lanzó una nueva ofensiva en tres fases en la provincia que ya ha causado decenas de bajas en las filas insurgentes.
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La rama afgana del EI, que asumió su primer ataque en abril de 2015 y está formada principalmente por exmiembros de los talibanes paquistaníes, de acuerdo con EEUU, se atribuyó hace dos semanas el ataque más sangriento de los últimos meses en Kabul, con 80 muertos y centenares de heridos.
El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció a principios del mes pasado que mantendrá a 8.400 de sus actuales 9.800 militares en Afganistán cuando abandone la Casa Blanca el próximo enero, frente a los 5.500 previstos inicialmente.
Un mes antes, el dirigente había autorizado un aumento de los ataques aéreos contra los insurgentes si fuera necesario, en el marco de la misión antiterrorista que EEUU mantiene en el país, junto a otra de entrenamiento de las tropas afganas.
Poco después de que Obama hiciese público su anuncio, los líderes de la OTAN acordaron también mantener en 2017 el mismo nivel de tropas en su misión de formación, asesoramiento y asistencia de las fuerzas afganas, unos 12.000 efectivos.