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El emperador Akihito de Japón indicó en un poco habitual discurso público que quiere abdicar el trono , lo que lo convertiría en el primer monarca de Japón en 200 años a renunciar.
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He aquí cinco hechos esenciales sobre una de las monarquías más opacas y tradicionalistas del mundo:
1. Una larga dinastía
El actual emperador, Akihito es el emperador número 125 en una línea que se remonta a la fundación del país en torno al año 660 antes de Cristo cuando Jimmu, descendiente nada menos que de Amaterasu –la diosa del Sol-, ascendió al Trono del Crisantemo, convirtiéndose en el primer emperador de Japón.
Éste es el origen mítico de la dinastía reinante más antigua del planeta, puesto que a pesar de que los historiadores coinciden en que los primeros 14 soberanos fueron personajes más legendarios que reales, el Imperio del Sol Naciente ha estado regido de forma ininterrumpida hasta nuestros días por la misma familia real.
La familia imperial nipona perdió su carácter divino oficial tras la Segunda Guerra Mundial. Pero sus miembros son custodios de tradiciones milenarias que conforman la argamasa social de uno de los países, paradójicamente, más modernos del mundo en lo tecnológico.
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2. ¿Por qué el emperador de Japón no puede abdicar?
El emperador de Japón Akihito expresó este lunes su preocupación sobre su capacidad para continuar cumpliendo con sus obligaciones, sugiriendo que esperaba una reforma de las leyes que le obligan a ejercer hasta su muerte.
Akihito no pronunció la palabra «abdicación» en su discurso solemne, ya que la Constitución le obliga a ejercer hasta su muerte y usar este término estaría considerado como un acto político, algo que tiene prohibido.
«Estoy preocupado por la dificultad para cumplir con mis obligaciones como símbolo del Estado», declaró el monarca de 82 años, en un poco habitual discurso a la nación, y reconoció tener en ocasiones «algunas limitaciones», como su condición física.
«Legalmente, no puede pedir una revisión de la ley, pero su mensaje llama claramente a reflexionar concretamente sobre su futuro como emperador», subraya Tomitaro Hashimoto, especialista del sistema imperial en la universidad de Reitaku.
Entre las posibles opciones, Akihito, un perfeccionista, criticó de forma velada el sistema de regencia, al considerar que el cargo de un emperador, cuyas tareas se «aligeran continuamente», está vacío.
La llamada ley sobre la Casa Imperial indica que una regencia está prevista «si el emperador no alcanza la mayoría de edad» o puede ser decidida «cuando esté aquejado de una enfermedad grave, mental o físicamente, o exista un obstáculo serio que lo incapacite para ejercer».
El gobierno japonés tomó nota y no tardó en responder a las palabras del emperador, que asumen «con seriedad».
«Teniendo en cuenta las obligaciones del emperador, así como su edad y la carga [de su trabajo], tenemos que ver firmemente qué podemos hacer», aseguró el primer ministro japonés Shinzo Abe.
Akihito confesó que «de cuando en cuando» se pregunta si sería posible evitar que Japón se enfrente a la muerte de su emperador en ejercicio, ya que el duelo y todos los actos funerarios son muy pesados para quienes se quedan.
3.Mujeres en el poder
Históricamente, las mujeres podían ascender al trono y gobernar en su propio derecho, pero sólo ocho de los emperadores de Japón han sido mujeres.
Hasta el siglo 20, los emperadores japoneses por lo general tenían una esposa principal y varias concubinas, todas miembros de familias nobles. Akihito fue el primer emperador al que le permitieron casarse con una plebeya, y lo hizo, al casarse con Michiko Shoda en 1956 después de conocerla en una pista de tenis en Japón.
El hijo mayor de Akihito, el príncipe Naruhito, también se casó con una plebeya, Masako Owada. La Princesa Masako recibió un diagnóstico de una condición clínica psiquiátrica en 2006, cree que ha sido provocada por las presiones para entregar un heredero varón.
En virtud de la Ley de la Casa Imperial de Japón, solamente un heredero varón puede heredar el trono, aunque se consideró brevemente un cambio en la ley en 2005 para permitir que una mujer quede emperador. Esos planes fueron retirados después de que la princesa Kiko, esposa del segundo hijo de Akihito, el príncipe Akishino, diera a luz a un hijo, que pueda heredar el trono.
4. La princesa «deprimida»
Pero la atención del público japonés se ha centrado especialmente en los problemas de salud de la mujer de Naruhito, Masako Owada, como princesa.
Esta brillante diplomática, con quien se casó en 1993, renunció a su carrera para asumir sus nuevas funciones, pero sufrió importantes presiones para alumbrar a un hijo varón y asegurar, así, la sucesión, reservada a los hombres.
Sin embargo, en 2001, la pareja tuvo su primera y, hasta el momento, única hija, Aiko.
La presión sobre Masako se relajó finalmente en 2006, cuando el hermano de Naruhito tuvo un hijo varón, Hisahito, el primer varón en nacer en el seno de la familia imperial en 41 años.
5. El trono del Crisantemo
Akihito y su familia viven en el Palacio Imperial de Tokio , un complejo parecido a un parque en la capital de Japón, que se considera una de las piezas más caras de bienes raíces en el mundo .
El palacio incluye residencias para la familia imperial , las oficinas de la Agencia de la Casa Imperial y museos . La monarquía se refiere a menudo metafóricamente como el Trono del Crisantemo , pero hay un trono del crisantemo real , una silla ornamentada llamada Takamikura en la que el emperador se sienta durante su ceremonia de entronización
PUB/IAM