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El dueño del reconocido circo “Los Tachuela”, Joaquín Maluenda, quedó sujeto a las medidas cautelares de arraigo nacional y firma mensual, tras ser formalizado por maltrato animal. El “Tachuela grande” fue detenido tras una denuncia de la Fiscalía Metropolitana Sur, por el mal estado de los animales que se encontraban en su propiedad de La Pintana.
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Desde ese lugar se incautaron 8 tigres, 15 monos, un oso y un ligre -mezcla de león con tigresa- los que deben ser reinstalados en nuevos hogares para procurar una mejoría en su estado.
Pero ¿cómo se define el cuidado de estos animales una vez que son incautados tras una denuncia?. En primer lugar, los encargados de revisar el estado de los animales, sean salvajes o no, es la Brigada Investigadora de Delitos al Medio Ambiente (Bidema) de la PDI la que tras una denuncia determina con sus especialistas si existe o no maltrato.
El jefe de la Bidema, comisario Marco Fuerro, explica a Publimetro que la definición de dónde se ponen en resguardo los animales maltratados depende del tipo de animal. “Los animales que están protegidos por ley generalmnte son puestos a disposición del SAG o del Zoológico Metropolitano”, mientras que los animales domésticos son destinados directamente a refugios.
Sin embargo hay que tener en cuenta que para mantener un mamífero de gran tamaño, como felinos o elefantes, se necesita no sólo de una mantención adecuada que muchos recintos no pueden pagar, sino que además necesitan un ambiente en el que puedan desenvolverse sin peligros
En esta línea, el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) explica a Publimetro que la forma de destinación de animales incautados está establecida en el artículo 83 del Reglamento de la Ley de Caza, que señala, entre otras cosas que “los animales vivos que cayeren en comiso serán entregados al Servicio para ser destinados a centros de rescate o de rehabilitación si estuvieren heridos”.
El reglamento establece además que los animales serán “liberados en áreas silvestres protegidas del Estado u otros ambientes asilvestrados adecuados, o destinados a centros de reproducción”.
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En los casos que los tres aspectos anteriores no fueran posibles, detalla el SAG “el animal podrá ser festinado a alguno de aquellos establecimientos regulados por el Reglamento, esto es criaderos, centros de rehabilitación o rescate, de reproducción o de exhibición”.
Sin embargo y como ocurre en ocaciones, cuando no existe ningún establecimiento disponible para recibir el animal comisado o en caso que por el estado del animal comisado pueda ponerse en riesgo su salud de retirase del cuidado de quien lo tenía “en forma excepcional y en uso de las facultades establecidas en el artículo 24 de la ley Nº18.755, el Director Regional del Servicio podrá determinar que el animal continúe con quien detentaba su tenencia, sujeto al cumplimiento de obligaciones específicas de custodia y resguardo, que aseguren su bienestar”.
Una situación cuestionada por la vocera de Ecópolis, Florencia Trujillo, por el hecho de que los animales maltratados deban regresar con sus maltratadores por la falta de una institución estatal que se haga cargo de ellos.
«En Chile no existe un centro de rescate de grandes mamíferos, por lo que básicamente se llevan a zoológico», apunta.
No obstante, alega que hay un tema práctico, que permita que la siruación se resuelva «caso a caso», como lo ocurrido con la elefanta Sambra, que fue incautada también desde el circo de «Los Tachuela» y entregada en custodia por la gestión de Ecópolis al zoológico parque de Rancagua.
PUB/NL