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Hasta el viernes 19 de agosto se encuentra activo el último aviso de marejadas emitido por el Servicio Meteorológico de la Armada, para el borde costero comprometido entre Arica y el Golfo de Penas. Con ello, en lo que va del año ya suman 41 episodios, cuatro menos que los registrados durante el 2015 e igualando el total del año 2014.
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Un fenómeno que para el meteorólogo de la Universidad de Santiago, Álvaro Mauro, está claramente relacionado con a lo menos tres factores meteorológicos que se han dejado sentir en la última década, y que estarían relacionados directamente con el cambio climático.
El académico apunta que el extenso periodo en que se han registrado marejadas, fenómeno que da cuenta de olas inusuales de más de tres o cuatro metros de altura, se relacionan puntualmente con una mayor cantidad de viento.
“Este año hemos tenido mucho más efecto del viento sobre el océano que ha generado oleaje que nos presenta estas marejadas”, afirma Mauro a Publimetro.
Otro aspecto, puntualiza el meteorólogo, es la disminución en el nivel del mar, que de acuerdo con las mediciones de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) entre mayo y julio de este año ha bajado en al menos 5 centímetros.
“Eso sin lugar a duda genera un desnivel que provoca también este tipo de oleaje”, agrega.
Por otra parte, el experto sentencia que un tercer factor “tiene que ver con que todavía se presenta en la zona central de nuestro país y sur, donde más se generan las marejadas, unas temperaturas por sobre lo normal en la superficie del mar”.
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Un aspecto que Mauro relaciona además con el dato dado a conocer el día martes por la Nasa, organismo que dio cuenta que julio de 2016 estuvo 0,84 grados Celsius más caliente que el promedio global de 1950 a 1980.
Cabe mencionar además que los meses más calientes registrados por la NASA son julio de 2016, julio de 2011, julio de 2015, julio de 2009 y agosto de 2014. Sólo julio de 2015 ocurrió durante un fenómeno de El Niño. Los registros se remontan a 1880.
Para Mauro, entonces “hay una suma de elementos que contribuyen a que se genere más viento, que es el causante central en el tema del oleaje”.
El académico de la U. de Santiago es enfático además en manifestar que este tipo de fenómenos no son usuales. “Si escuchas a la gente que vive en la zona costera muchos años que no se observaba este tipo de fenómenos, en primer lugar con la intensidad y en segundo lugar con la persistencia o permanencia del fenómeno”.
Por eso, concluye que considerando los cambios en las condiciones climáticas por las mayores temperaturas principalmente, el cambio climático es uno de los factores responsables de la permanencia de las marejadas e las costas chilenas.
“Creo que sí, el cambio climático es muy difícil descartar como un factor y dejarlo afuera. Hay una incidencia que hay que tener presente, eso sin duda que es así”, concluye.
PUB/NL