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El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, destacó que el fin de la obligación del Banco Central de acuñar monedas de $1 y $5, como parte del conjunto de medidas para impulsar la productividad, no debería producir problemas, ya que existe una regla de redondeo que se aplicará en los pagos en efectivo.
El secretario de Estado explicó que, una vez que la ley se promulgue, el Banco Central contará con un plazo de un año para cesar la obligación de acuñar estas monedas. «Producirlas cuesta mucho más que su valor y por lo tanto estábamos comprando algo, produciendo algo que no tenía valor al final y es necesario dejar de hacerlo. De hecho, la moneda de $1 era una de las de menor valor en todo el mundo», explicó para justificar la medida.
De todas maneras, el jefe de las finanzas públicas enfatizó que «esto no cambia la forma de contabilidad de nadie» ya que los precios podrán seguir expresándose igual que en la actualidad. Detalló que «los pagos electrónicos van a ser al peso, pero los pagos que son en efectivo van a tener que ser redondeados. Y la ley que se aprobó, además de sacarle la obligación al Banco Central, lo que hace es poner una regla: que cuando el último dígito es 1, 2, 3, 4 y 5 se redondea para abajo y por lo tanto, va a ser muy simple. Si una cuenta termina, por ejemplo, en 4, en realidad va a terminar en 10 en la décima anterior».
Agregó que «esto no debiera cambiar en nada las prácticas» ya que en general el uso de las monedas de $1 es bajo. «Uno de los problemas que teníamos es que esas monedas desaparecían de circulación, porque básicamente la gente las dejaba en un cajón, en alguna parte y por lo tanto no debiera producir problemas, excepto de que hay que acordarse de aproximar a la decena más cercana».
El secretario de Estado abordó el tema tras participar, junto al titular de Economía Luis Felipe Céspedes, en la firma de promulgación de la Ley que Perfecciona el Sistema de Defensa de la Libre Competencia, que encabezó la Presidenta Michelle Bachelet en La Moneda.
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Presupuesto 2017
Consultado respecto a la situación del próximo presupuesto tras las conversaciones realizadas este jueves en el cónclave de la Nueva Mayoría, Rodrigo Valdés precisó que «no hubo grandes sorpresas en la reunión» ya que los dirigentes políticos que participaron «entienden perfectamente bien la situación fiscal por la que atravesamos y además vi una muy buena disposición a mantener nuestras cuentas en orden y mucha disposición también a priorizar».
Aseguró además que «si recuerdan el año pasado usamos la palabra priorizar para el presupuesto, y esto se vio claramente ayer: se puede reasignar cuando sea necesario y eso será una discusión distinta».
DP/PCP