Camila Albertini
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La Presidenta Bachelet, el presidente de la Asociación de AFP, Rodrigo Pérez Mackenna y otros especialistas, han sido enfáticos en señalar que Chile no volverá al régimen de reparto, como sistema previsional para mejorar las pensiones, ya que no es sostenible.
¿Qué hace inviable al sistema de antaño? DiarioPyme conversó con dos economistas que explican los factores que hacen que este sistema no sea candidato en la próxima reforma previsional.
Tomás Flores, ex subsecretario de Economía de Sebastián Piñera y actual vicerrector de Aseguramiento de Calidad y Planificación de la Universidad Mayor, explica que el gran problema de este sistema, y que se ha presentado en todos los países, es que «la población ha ido cambiando y cada vez tenemos menos jóvenes entrando al trabajo y más adultos mayores que viven más».
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Así es como Francisco Aravena, economista del Centro de Economía Aplicada de Ingeniería Comercial de Universidad San Sebastián (USS), agrega que, «entonces, si la fuerza de trabajo se está reduciendo y son básicamente los trabajadores quienes juntan un pozo para entregarle una pensión a quienes ya están jubilados, se vuelve insostenible».
Aravena también señala que una de las consecuencias de este sistema es que se generan «incentivos perversos», como el evitar ahorrar por su cuenta e, incluso, evitar trabajar.
«A quien le ofrezcan un contrato va a preferir no cotizar porque el sistema de reparto le garantiza esa pensión», subraya el académico de la USS.
Además, Flores agrega que el costo que les significará tener un contrato de trabajo formal será muy alto, por lo que se podría llegar a un escenario en que trabajadores a honorarios «ni siquiera querrán dar boleta por sus servicios», señala el experto.
¿Cómo lo hacen los países extranjeros?
Tomás Flores explica que un sistema de reparto requiere, con los años, subir la tasa de cotización y la edad de jubilación, para juntar un fondo que permita asegurar pensiones a toda la población.
Un ejemplo de una economía consolidada y fuerte es Alemania. Sin embargo, la edad de jubilación es de 67 años y la tasa de cotización es de más del 20%. De hecho, hace unas semanas el Bundesbank (banco central alemán) propuso subir la edad de jubilación hasta los 69 años, medida que fue rechazada por el Gobierno de Angela Merkel.
El sistema «los va a obligar a esta medida simultánea de cobrar más y tener que postergar la edad de jubilación», enfatiza Flores.
Por otro lado, en Estados Unidos el sistema de reparto funciona con una pensión mínima que cubre las necesidades más básicas, «por lo que es habitual que las personas ahorren por su cuenta y eso muchas veces lo hacen en conjunto con algunas empresas», concluye el académico de la Universidad Mayor.