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Pablo Contreras Pérez
«No hay un puto peso». Con esas duras palabras, el presidente ejecutivo de Codelco, Nelson Pizarro, transparentó la crítica situación que está pasando la empresa estatal, que hoy entrega su balance del primer semestre.
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Cabe recordar que en los tres primeros meses del año, la compañía no reportó excedentes y anotó un déficit de US$151 millones, pese al 11% de aumento de producción que registró en ese periodo. La caída del precio del cobre sigue siendo el mayor argumento, aunque en paralelo, se ha llevado un duro plan para bajar lo que cuesta producir una libra del metal rojo.
Sin embargo, eso no ha sido suficiente y pese a que el Estado le inyectó recursos el año pasado, la situación sigue siendo crítica. Pero ¿esto es sólo responsabilidad de la baja en el precio del cobre?
«Si uno mira la historia de los últimos 30 años el valor del precio del cobre ha sido 2,30 dólares, pero cuál es la diferencia, que históricamente, los costos eran muchísimo más bajos que los actuales», advierte Miguel Ángel Duran, director de la Escuela de Minería y Recursos Naturales de la Universidad Central.
El también expresidente del Consejo Minero apunta a que pese a que éstos ha ido cayendo, «todavía son muy, muy altos» y ejemplifica diciendo que pese a que el precio nominal más alto del metal fue en 2011, cuando alcanzó US$4 la libra, el mejor año en cuanto a utilidades fue el 2006 – 2007, cuando el precio del cobre era en torno a US$3, pero cuando los costos eran menores.
Pese a que la firma estatal está sometida a los mismos factores externos que las privadas, Durán recalca que las autoridades en su minuto cometieron un error. «Las grandes empresas lo que hacen es que de todas las utilidades que se van generando, entre un 40 y 50% las usan para recapitalizarse. Codelco en vez de ese porcentaje, usó un 10%, entonces lo que ha tenido que hacer para mantenerse es endeudarse».
Durán explica que aquello no hace más que sumar costos a las finanzas de la cuprífera, ya que aparte de pagar por los explosivos, la energía, etc., tiene que pagar ese «crédito». De hecho, Codelco ayer anunciaba que emitió un nuevo bono de deuda por US$390 millones, y precisamente, el 50% de esos recursos irán a financiar pasivos.
Y como el Estado no está en condiciones de inyectarle nuevos recursos a Codelco, a juicio de Luis Edwin Gonzáles, investigador de Clapes UC, lo adecuado es seguir con el plan iniciado por Pizarro. «Antes que la capitalización aún queda mucho por adecuar los costos productivos al interior de cada división», asegura.
Por otro lado, mucho se habló en su minuto respecto de los millonarios bonos logrados en las negociaciones colectivas. «Un punto importante para explicar el actual momento, es la política de bonos y beneficios que Codelco y otras empresas aplicaron en el pasado siendo no necesariamente alineadas con los rendimientos que tenían las empresas y que hoy son cargas costosas que exigen recursos que no se tienen», afirma Gonzáles
Pero según Durán esto fue lo correcto, explicando que eso impidió que «tuvieras una mochila» que impidiera reducir costos en el futuro cuando el precio del cobre bajara, «porque si tú ajustabas los sueldos después no los puedes bajar».
¿Capitales privados?
Es algo que siempre ha rondado, pero que nunca alguna autoridad ha esbozado como solución de manera certera: abrir Codelco a capitales privados.
«Uno no puede obviar que es un tema político que lo hace muy difícil hoy, pero si uno obviara eso, tendría que ver cómo entra ese recurso privado», dice Durán.
El académico comenta que hoy por ley los privados ya no pueden entrar a los yacimientos actuales, pero lo podrían hacer si la firma estatal creara un nuevo proyecto, «pero dado que tampoco hoy Codelco tiene recursos para invertir, no es una situación viable en el corto plazo».
Asimismo, si eventualmente si el sector privado pudiese participar en los yacimientos actuales, «tampoco es el momento, porque todos sus activos están subvalorados», debido a la baja del precio del metal.