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Haber entregado el producto o servicio y tener una factura de un millón de pesos como activo, pero con fecha de pago en 90 días más es una verdadera pesadilla para las pequeñas y medianas empresas chilenas. Pero los emprendedores tiene una solución para enfrentar este conflicto: el factoring. Acá de contamos de qué se trata esta herramienta y cómo la puedes usar.
«El factoring es un contrato de crédito a través del cual todos los comerciantes o empresarios entregan sus documentos que han sido firmados por terceras personas, producto del crédito que ellos entregan, a la empresa de factoring, la que finalmente adelanta el pago de esas facturas. Normalmente esas facturas tienen fecha para 30, 60 o 90 días, y el factoring lo que hace es adelantarle a las empresas el pago de esos montos», explica Arturo Farías, jefe de carrera de Contador Público y Auditor de la Universidad del Pacífico.
El negocio de la empresa de factoring es quedarse con un porcentaje del valor total de la factura, lo que se denomina el costo de financiamiento. Si bien es una herramienta que permite aliviar a las pymes de los apuros, se recomienda tener cuidado y no se recomienda no utilizar esta estrategia constantemente.
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«El adelanto de pago de una factura tiene un costo. Si una empresa tiene una factura que vence en sesenta días más por un millón de pesos, el factoring adelanta el pago con un cierto descuento, que en la práctica es el costo financiero de esta operación, por lo que del millón de pesos, la empresa de factoring va a adelantar $900.000, si el costo financiero es de un 10%», ejemplifica el experto.
A pesar de ese cobro relativamente elevado en algunos casos, muchas empresas chilenas, principalmente pymes, están optando por el factoring, debido a sus ventajas. «Es más rápido que ir a una institución financiera como un banco. Esto porque el factoring está respaldado por un documento, en este caso una factura, mientras que el crédito tradicional se fija en la solvencia que puede tener la empresa para cancelar sus obligaciones, por lo tanto, un banco se demorará mucho más tiempo en aceptar y además son más reticentes a darle crédito a empresas como pymes. Por ello, las tasas son mucho más altas en el factoring», señala el académico de la U. del Pacífico.
La gran ventaja del factoring es la entrega de liquidez inmediata para que las pequeñas y medianas empresas puedan solventarse en el corto plazo. «El factoring es un opción principalmente para las pequeñas y medianas empresas, porque necesitan capital de trabajo disponible, es decir, dinero para poder funcionar. Con frecuencia las empresas tienen plata en documentos, ya sea facturas, letras, cheques, boletas a 30 o 60 días más, pero necesitan ese financiamiento en el momento actual y no pueden utilizarlo. Por eso recurren a un factoring y no a un banco, porque éste se va a demorar en dar una decisión y en examinar su comportamiento financiero», explica Arturo Farías.
Los peligros a tener en cuenta
Esta alternativa de financiamiento fue normada en Chile mediante la Ley 19.983, que fue promulgada en noviembre de 2004, la cual regula la transferencia y otorga mérito ejecutivo a la copia de la factura.
Si bien es cierto el factoring ha ido creciendo paulatinamente en estos últimos años, es en la actualidad cuando alcanza su máximo apogeo, ya que se han multiplicado las empresas que realizan factoring y también los clientes, por lo que es importante tener cuidado con esta práctica.
«Dada la situación económica que hoy en día está viviendo el país, las pequeñas y medianas empresas están más proclives a acceder a este tipo de financiamiento, que lamentablemente tiene sus desventajas, ya que llegará el momento en que esa ‘bicicleta’ pillará a la empresa. En la práctica, se está ‘hipotecando la continuidad’ de la empresa, porque los costos financieros son relativamente más altos, salvo que la empresa ya le esté agregando a los precios de su producto o servicio ese costo financiero. Por ello, el factoring se usa mucho para los productos con los cuales se trabaja un margen alto, es decir, cuando entre el costo y el precio de venta hay una diferencia a favor importante», apunta Farías.
A su vez, hay que estar muy atentos a la administración del capital cuando se trabaja con dinero adelantado. «Con el factoring se puede conseguir financiamiento de manera rápida y oportuna, pero hay que administrarlo de buena manera», dice el académico, por lo que subraya que «no es recomendable que una empresa se base en el factoring, sino que lo ideal es que se cree una capacidad para ir afrontando ciertas situaciones».
Finalmente, el especialista recomienda fijarse muy bien en el contrato al usar esta herramienta, ya que allí podría aparecer una cláusula que no desliga a la empresa de las obligaciones del pago de la boleta. «Aunque la empresa de factoring adelante el pago de una factura, la persona sigue siendo responsable por ella, es decir, si finalmente el que emitió el documento no paga, la empresa, aunque ya haya utilizado la plata a través del factoring, sigue siendo responsable de eso. En los contratos muchas veces se establece que si finalmente esa factura no se paga, la empresa sigue siendo responsable y debe responder, quizás no en el total, pero sí en un porcentaje», advierte el especialista.
Beneficios del factoring
- Entrega el dinero de manera rápida, mejorando la liquidez de la empresa.
- Libera a la empresa de la cobranza de la factura, pero de todas maneras no se debe desligar completamente.
- Ordena las cuentas por cobrar.
Desventajas del factoring
- Cobro alto asociado a la operación realizada.
- No se termina la responsabilidad de la empresa que entregó el documento con la acción del factoring, por lo que si finalmente la factura no es pagada podría haber problemas.
- Necesita de una correcta y rigurosa administración financiera.
DP/PCP