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Hace sesenta años era impensable que una gran estrella hablara en público de las presiones que tenía al ser famosa y sobre todo, para que su belleza fuera un producto mercadeable. Muchas, luego de retirarse del mundo del espectáculo, podían hablar con libertad para no dañar su carrera y salir arruinadas.
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Pero los tiempos cambiaron. Ahora las artistas están más conscientes de su papel como mujeres y símbolos. Muchas han protestado porque sus sueldos sean inferiores a los de sus colegas. Muchas también han peleado contra el sexismo que los medios tienen contra ellas. También han sido honestas al respecto de sus enfermedades y los cambios de su cuerpo.
Esto, por supuesto, las ha hecho mucho más cercanas y reales ante su público. Y la última en confesarse fue Pamela Anderson, quien fue un ícono de la exuberancia de los 90. Su cabello rubio platino y su enorme busto fueron un ideal de feminidad durante años. Comenzó a modelar en 1989 con solo 22 años.
Y luego, después de relaciones publicitadas e igual de tormentosas con rockeros como Brett Michaels, consiguió hacerse famosa a nivel mundial en «Baywatch».
Se casó y se divorció de Tommy Lee. Su video sexual la hizo también el centro de atención. Eso, mientras era asidua modelo de la revista Playboy. Pero con los años viene la reflexión. Y Pamela ya tiene 49 años, tiempo en el que ha aprendido muchas lecciones sobre su vida y la concepción de la belleza.
De esta manera, le contó a la revista «W Magazine» en entrevista, que su idea de belleza ahora está definida por su felicidad interior.
«Puede que suene como un cliché, pero esto tiene que ver con la belleza. Calma, paz interior. Esto es importante para sentirse hermosa y con confianza. Y eso viene si tu tienes maquillaje o no», afirmó.
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En la entrevista, también afirmó que si pudiera volver atrás, lo pensaría dos veces antes de ponerse los icónicos implantes de pecho que la hicieron famosa, citada por la revista «Cosmopolitan».
«Mónica» de «Friends» también se arrepiente
En el programa de «Bear Grylls», Courteney Cox se confesó ante el famoso conductor. Le dijo que se arrepentía de todo lo que hizo en su cara para poder seguir en la industria, pero que ahora se siente más libre que nunca. En los últimos años, impresionó por el cambio de su aspecto y sus excesos con los procedimientos estéticos.