La organización ambientalista Greenpeace entregó este domingo un estudio sobre la crisis de la marea roja que afectó a Chiloé que se realizó entre los meses de mayo y agosto.
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El informe señala que “la principal conclusión de esta investigación es que si bien el bloom de algas estaba presente en la zona con anterioridad al vertimiento, el salmón vertido actuó como un «fertilizante» de éste aumentando su magnitud, intensidad y alcance”.
«Esencialmente la decisión del gobierno de autorizar el vertido en descomposición en la misma zona que ya presentaba bloom, empeoró la situación desencadenando la crisis social y ambiental en Chiloé”, agrega.
El escrito detalla que “los salmones en proceso de descomposición producen altas cantidades de amonio (NH4) que corresponde al nutriente y alimento “favorito” de las microalgas, particularmente las de tipo dinoflagelados (que pueden generar bloom tóxicos o “marea roja”)”
Por esto, sentencia que “el vertimiento, por consecuencia, actúo como fertilizante u “abono” para el bloom de algas, estimulando el desarrollo y crecimiento de estas microalgas”.
Finalmente, indica que “el gobierno no estudió ni documentó los impactos que tendría el vertimiento sobre el bloom de microlagas y el posible desarrollo de Floraciones Algales Nocivas (FAN) o “marea roja”. Entregó la autorización de vertido a sólo un día de la solicitud de Salmon Chile”.
PUB/CHS