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El gobierno marroquí quiere generalizar la producción de energía solar fotovoltaica de autoconsumo en las casas con una capacidad total de 3.000 megavatios en el horizonte de 2030.
La introducción de esta energía en la red eléctrica en baja tensión del país permitirá abastecer a unos 3,5 millones de consumidores, según explicó este miércoles el ministro de Energía y Minas, Abdelqader Amara, en una rueda de prensa en Casablanca.
Amara indicó que el objetivo de este proyecto es «democratizar el uso de la energía fotovoltaica» en Marruecos, donde la producción eléctrica fotovoltaica no supera una veintena de megavatios actualmente.
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«Cada edificio y casa tendrán paneles fotovoltaicos que permitirán la producción de energía con la posibilidad de almacenar el excedente de energía», precisó el ministro marroquí.
Se trata, según el ministro, de un sector «prometedor» que tendrá un impacto positivo sobre el medioambiente y conseguirá una reducción de la factura de la luz.
Este proyecto, cuya puesta en marcha depende de la aprobación de un decreto ministerial, forma parte de una hoja de ruta lanzada por Marruecos en 2014 para desarrollar el uso de la energía fotovoltaica.
Entre otras medidas previstas por esta estrategia figura también el desarrollo de centrales solares fotovoltaicos de una capacidad media de hasta 50 megavatios.
Marruecos tiene un ambicioso plan de renovables con el que aspira a proveerse en un 52 % del total de su consumo en energías limpias en el horizonte de 2030, y reducir así su extrema dependencia energética al exterior.
Para alcanzar este objetivo, deberá desarrollar entre 2016 y 2030 una capacidad adicional de 10.100 megavatios generados a partir de renovables y repartidos en 4.560 megavatios de energía solar, 4.200 megavatios de eólica y 1.330 megavatios hidroeléctricos.
El pasado febrero, Marruecos inauguró la planta termosolar de Uazarzazate, considerada la más grande del mundo, con una capacidad inicial de 160 megavatios.
DP/PCP