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“Reafirmo que seré candidato presidencial”. Así señaló el líder del Partido Progresista, Marco Enríquez-Ominami, quien confirmó que se presentará nuevamente a una elección presidencial a través de su cuenta de Facebook.
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Según sus palabras, Enríquez-Ominami dijo que se postulará al máximo cargo “porque las banderas de cambio y las causas que hemos defendido desde el PRO y en mi trayectoria siguen siendo causas por las que vale la pena competir y luchar con toda nuestra fuerza”.
Además, señaló que “la gente sabe que los políticos no somos seres superiores. Cometemos errores. Nos equivocamos y podemos decepcionar a los que nos han apoyado. Pero la gente sabe que los políticos somos también seres humanos. Lo políticos que se creen superiores, semidioses o mesías que vienen a salvar al país no conectan con la realidad de los chilenos. La gente quiere políticos que trabajemos por ellos. La gente busca líderes que defiendan sus intereses, no los intereses de los más poderosos ni sus propios lugares en la historia”.
El presidente de la Fundación Progresa explicó que “los desafíos que Chile enfrenta son enormes. Pero no son apocalípticos. No estamos ante una crisis terminal. Más bien somos testigos del nacimiento de algo nuevo. Una democracia vibrante, horizontal, en que la gente participa y ejerce sus derechos no debería ser motivo de temor sino razón de orgullo”.
ME-O dijo además que “es verdad que algunos nostálgicos del pasado añoran los años cuando las cosas se negociaban en la cocina y los políticos les hablaban a los chilenos desde el púlpito. Pero en la democracia moderna, la ciudadanía ocupa el lugar central. Los políticos que creen que ellos se sacrifican por el país o los que piensan que sin ellos el país se va a hundir no entienden lo que está pasando en Chile. Tal como confirmó el candidato UDI a Las Condes, la derecha y los conservadores están felices con cualquier candidato del duopolio, porque buscan llevarnos exactamente al mismo lugar, al lugar donde nada cambia”.
Enríquez-Ominami indicó que será candidato “porque creo en los cambios y defiendo esas banderas. Siempre las he defendido. No soy uno de esos que se han convertido a las reformas porque creen que con eso ganan votos. Mi trayectoria política la he desarrollado defendiendo esas banderas cuando no eran populares. Porque creo que Chile necesita de cambios para dar el salto que necesitamos para el desarrollo. Yo creo en esas reformas porque estoy comprometido con la justicia social y con los derechos sociales. Pero también creo en las reformas porque sé que el país necesita volver a crecer y porque el camino de depender de las exportaciones del cobre y otras materias primas no nos llevará al lugar donde queremos estar. Necesitamos comenzar a invertir en nuestra gente, porque es justo y porque es el mejor camino para el desarrollo”, sentenció.
El candidato presidencial del PRO dijo que las reformas que Chile necesita “son justas, necesarias e indispensables si queremos ser un país más justo, unido, más desarrollado y con oportunidades para todos. Es cierto que han sido mal defendidas y torpemente implementadas. Pero seré candidato porque creo en la justicia que inspira las reformas y porque hoy estoy más convencido que nunca que sin estos cambios Chile no podrá retomar el sendero del desarrollo y del crecimiento armonioso”.
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Sobre la actualidad económica de Chile, Enríquez-Ominami sostuvo que “algunos creen que el país se frenó porque este gobierno quiso hacer cambios. La economía en Chile se frenó porque se acabó el ciclo de precios altos de nuestras exportaciones. Los opositores a las reformas creen que poniéndole freno a las reformas volverán los altos precios del cobre. No entienden que ahora que los precios del cobre están en el piso necesitamos invertir más que nunca en nuestro principal recurso natural, nuestra gente. Serán ellos los que remplacen al cobre con su trabajo, su creatividad, su innovación y su capacidad creadora.
Mientras algunos apuestan por esperar a que el cobre vuelva a subir de precio y otros andan buscando una nueva materia prima para exportar, nosotros queremos convertir a nuestro capital humano en la materia prima del siglo XXI”.
Para finalizar, Enríquez-Ominami agregó que “la economía está frenada porque el cobre se desplomó, pero también porque faltó liderazgo para ponerle atajo a la desconfianza. Y la confianza no se recupera hablando desde el púlpito o seguir prometiendo una «excelencia» que ya sabemos cómo es, sino escuchando a las personas, yendo a sus casas, mirándolos a los ojos y razonando juntos”, sentenció.
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