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Cuando el trabajador presenta licencia médica de un día, la mayoría la presenta para un día viernes y cuando se trata de cinco días, el 40% se la toma a contar de un lunes. ¿Sospechoso? Constanza Daniels, gerente de Inmune Empleadores explica que muchas veces el ausentismo laboral está ligado a la «pillería del chileno».
Asimismo, Daniels agrega que «hemos detectado que en empresas con fuerza laboral más joven (entre 20 y 30 años) las ausencias son bastante recurrente, considerando siempre el máximo de fallas legales para no ser desvinculado, es decir, dos lunes al mes».
La especialista ejemplifica que en el el retail más del 50% del ausentismo laboral se explica por fallas, es decir «simplemente las personas no llegan a trabajar, sabiendo que ese día de les descontará de su sueldo».
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Los períodos de vacaciones escolares también son fechas tentativas de ausencia laboral, expica Daniels, que, a la vez, coinciden con las épocas de más enfermedades respiratorias.
La especialista explica las razones por las que los chilenos presentan licencias médicas «truchas».
«Las más cortas, son para justificar faltar un día al trabajo, ya sea por flojera o para hacerse un fin de semana largo. Éstas se consiguen fácilmente fingiendo una enfermedad como una indigestión, un lumbago o una situación compleja emocional. También hemos detectado que estas licencias médicas cortitas son presentadas por personas con rentas variables, donde en un mes de bajo rendimiento, especialmente en las áreas comerciales, presentan una licencia médica corta, según la jerga laboral es “pinchar el mes” para que de esa manera, el mes que no fue trabajado completo se anula dentro del cálculo de la remuneración para efectos de vacaciones e indemnizaciones y, de esa manera, al hacer cálculo de remuneración promedio, se consideran solamente los meses trabajados 30 días, que milagrosamente coinciden con los meses de mejor desempeño comercial», explica Daniels.
En tanto, las licencias más extensas, «generalmente se ocupan para obtener un segundo trabajo paralelamente y así obtener una doble remuneración. También son utilizadas para quedarse en la casa y así acumular antigüedad y vacaciones en la empresa», señala.
Por otro lado, cuando la compañía tiene una política laboral muy rígida, explica, los trabajadores se ven en la obligación de presentar estos documentos para solucionar temas personales, trámites, ir al doctor, entre otros, que sólo s epueden realizar en horario de oficina.
Expulsión de la isapre
De todas formas, los trabajadores que tengan la costumbre de presentar licencias médicas deben estar atentos por que las isapres pueden expulsarlos, no así Fonasa.
Según el artículo 201 del Decreto con Fuerza de Ley N°1 de Salud, la institución puede poner fin a tu contrato si:
– Falseas o no entregas de manera fidedigna toda la información en la Declaración de Salud.
– No pago de cotizaciones por parte de los cotizantes voluntarios e independientes.
– Solicitar formalmente u obtener indebidamente, para él o para alguno de sus beneficiarios, beneficios que no les correspondan o que sean mayores a los que procedan.
-Entre otras.
Por su parte, por mandato Constitucional, nadie puede estar exento del derecho a la seguridad social y a la previsión social por lo que no puede una persona no tener Fonasa o ser expulsada, a pesar de haber hecho mal uso.
Efecto en el equipo de trabajo
«Cuando estas licencias se hacen recurrentes y ya no son utilizadas exclusivamente por gente que realmente necesita el reposo para su recuperación, hay consecuencias nefastas, tanto para el resto de los trabajadores, como para el empleador», afirma Daniels.
El equipo de trabajo ve su carga laboral aumentada, e incluso puede que tengan que hacer horas extra para suplir los cargos faltantes, por su parte, el empleador debe asumir estos coastos extra, reemplazos temporales, capacitación a eventuales reemplazantes y, por ende, la productividad de la compañía disminuye.