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Se han registrado más de 4.200 réplicas, con una magnitud mayor a 3,0 Richter, a un año desde el terremoto 8,4 que ocurrió en la región de Coquimbo y que costó la vida a 15 personas.
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Según Sergio Barrientos, director el Centro Sismológico Nacional de Universidad de Chile, “las réplicas del último año en la región de Coquimbo son las esperables en cuanto a número y su distribución. Se espera que ocurran reajustes al terremoto principal en toda la región y eso es lo que hemos observado».
«Estos temblores son una consecuencia del reacomodo de la corteza terrestre debido al súbito desplazamiento asociado al sismo principal», explicó el director del CSN.
“Las zonas inmediatamente al norte de Punta Lengua de Vaca y al sur de Los Vilos han quedado cargadas, es ahí donde nosotros estamos viendo una mayor cantidad de réplicas, justamente porque ha habido un mayor cambio de tensión. En el futuro es posible que ambas zonas se activen con temblores de gran magnitud, pero no sabemos cuándo ocurrirá eso”, dice el director del CSN.
Frente al maremoto que ocurrió posterior al gran sismo, el experto destacó la rápida reacción de las personas para evacuar: «El tsunami que produjo este terremoto llegó solamente cinco minutos después de ocurrido el sismo, según reportes de habitantes de la zona costera cercana a zona epicentral. No se esperaba que fuera tan rápido y, pese a ello, las personas supieron reaccionar y evacuaron».
«Es fundamental la educación para el autocuidado, conocer y tomar los resguardos correspondientes al momento de un sismo cuando uno vive expuesto a tsunamis. Que las personas no necesiten que los estén guiando, sino que sepan lo que tienen que hacer de forma autónoma es muy importante. Aquí la educación y los simulacros han cumplido un rol fundamental», aseguró el sismólogo.
PUB/CF