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La decisión de varios países latinoamericanos de abandonar la sala de la Asamblea General de la ONU ante el discurso del presidente brasileño, Michel Temer, fue un gesto espontáneo, dijo este martes a la AFP el canciller de Ecuador, Guillaume Long.
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«Iba a hablar el presidente Temer y varios países, de forma espontánea, decidimos no escuchar las palabras del presidente. Es una práctica común cuando se quiere mandar una señal contundente de rechazo», dijo Long.
Cuando Temer se disponía a pronunciar el discurso inaugural de la Asamblea General de la ONU, Long (que en la reunión representa al presidente Rafael Correa) fue uno de los que abandonó la sala.
También se retiró el presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, así como delegaciones de Venezuela, Bolivia, Cuba y Nicaragua.
Long dijo a la AFP que el gobierno de Ecuador considera que la destitución de la ex presidenta Dilma Rousseff para la investidura de Temer fue «una suerte de golpe de Estado solapado con argumentos pseudo constitucionalistas» y añadió que «sienta un muy mal precedente para toda la región».
Lo ocurrido en Brasil, dijo el canciller ecuatoriano «nos parece impresentable en un contexto latinoamericano, que se ha marcado por tantos años por el autoritarismo y dictaduras de tinte militar. Creemos que no se puede jugar con la democracia».
Ecuador, añadió el ministro, ya «padeció de ese tipo de prácticas durante muchos años», y por ello «nos tomamos estas cosas muy en serio».
PUB/CF