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El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula, que será juzgado por corrupción y lavado de dinero en el caso Petrobras, dijo este martes que los cargos formulados su contra son una «farsa» y un «show de pirotecnia».
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«Estoy triste porque me acabo de enterar que (el juez Sergio) Moro aceptó la denuncia en mi contra, aunque sea una farsa, una gran mentira, un gran show de pirotecnia», dijo el exmandatario en una declaración hecha desde Brasil para una videoconferencia en Nueva York, donde sus abogados organizaron un evento internacional en su apoyo.
La defensa del ex presidente brasileño afirmó este martes que el juez Sergio Moro, responsable de las investigaciones del caso Petrobras, le ha «impuesto» un delito que «jamás» cometió, tras aceptar procesarlo penalmente por corrupción y lavado de dinero.
Los abogados de Lula insistieron en que la denuncia presentada la pasada semana por la Fiscalía, y aceptada este lunes por el juez, carece de «pruebas».
«Ni los defectos formales de la pieza de acusación ni la ausencia de pruebas contra Lula, como ha reconocido de manera amplia la comunidad jurídica, impidieron que el referido juez llevara adelante lo que hace mucho tiempo dejó claro que haría: imponer un crimen que jamás practicó», señala un comunicado firmado por los abogados Cristiano Zanin Martins y Roberto Teixeira
Los juristas afirmaron también que la decisión de Moro de abrirle un proceso a Lula «no les sorprendió» debido al historial del juez de «persecución y violación de las garantías fundamentales».
La defensa volvió a subrayar la «pérdida de imparcialidad» del magistrado, un hecho que ya denunció ante la Justicia brasileña y que todavía debe ser analizado.
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Además de Lula, Moro le abrió hoy proceso a otras siete personas: la esposa del exmandatario, Marisa Leticia Lula da Silva; el presidente del Instituto Lula, Paulo Okamoto; el ex presidente de la constructora OAS Leo Pinheiro y otros cuatro ejecutivos de esa empresa.
Según la Fiscalía, a cambio de ser favorecida con tres contratos para obras en refinerías de Petrobras, la OAS, ya condenada por los desvíos en la estatal, aceptó reformar y amueblar un apartamento en la playa por el que Lula sólo pagó una cuota inicial, así como pagó por cinco años el depósito alquilado por el expresidente para guardar los regalos que recibió durante su Gobierno.
Moro aclaró que la aceptación de la denuncia no significa que se está admitiendo la responsabilidad criminal de los acusados, que tiene que ser demostrada por la Fiscalía, y dijo que necesita dejar eso claro debido a que la presencia de Lula entre los acusados «pueden darle al caso reacciones de toda especie fuera del proceso».
PUB/CF