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Un tanque estadounidense vendido por 280.000 euros o un «sidecar» alemán rematado por 130.000 euros: los compradores que acudieron a una subasta de vehículos militares de la Segunda Guerra Mundial organizada cerca de las playas donde fue el desembarco de Normandía no escatimaron en gastos.
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«Es una locura total. Mañana en internet todo el mundo va a colocar su material a estos precios, que no lo vale», exclamó Stephane, un coleccionista de 45 años que se desplazó desde París hasta la localidad de Catz, en Normandía para asistir a la venta.
De los diez lotes adjudicados a precios más elevados, un 80% fueron comprados por extranjeros, europeos, estadounidenses o de Medio Oriente, informó la casa de subastas parisina Artcurial, que organizó la venta.
Un tanque Chrysler M4A4 Sherman de 1944 que pesaba 32 toneladas tocó el precio más elevado, vendiéndose por 280.000 euros (312.264 dólares) a un extranjero que participó en la subasta por vía telefónica. A la suma pagada hay que sumar un 24% por los cargos impositivos.
«¡Es demasiado caro!», se lamentó un coleccionista inglés que no quiso ser identificado, que trató de llevarse el vehículo por «240.000 o 250.000» euros.
Un side car BMW R75 de 1942 fue vendido por 130.000 euros, mientras que estaba valorado en un precio de entre 35.000 y 45.000 euros.
«El material alemán es muy solicitado», explicó Pavel Löfflek, vicepresidente del Instituto de Historia Militar de Praga, que había ofrecido 150.000 en su máxima oferta, por un Cadillac Stuart de 1942, de 15 toneladas, que al final fue vendido en 160.000 euros a un comprador estadounidense por vía telefónica.
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Pese al interés que generaron los vehículos en la subasta, mientras estuvieron expuestos en el Museo del Tanque de Catz, no lograron atraer a muchos visitantes y la institución cerró sus puertas el miércoles pasado.
PUB/AOS