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Columna de Beatriz Sánchez: La Iglesia Católica

¿Cuánto pesa la Iglesia Católica hoy? ¿Cuán sobre representada está en el Parlamento? ¿Cuánto influye en la creación de políticas públicas? Creo que mucho, quizá demasiado.

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¿Cuál es el costo de proponer limitar el poder de la Iglesia Católica (a propósito de la columna del periodista Daniel Matamala)?

Recuerdo que hasta hace pocos años las clases de religión eran obligatorias. Recuerdo una época en que el nombramiento de un cardenal chileno era un acontecimiento social feliz. Recuerdo cuando la Iglesia era el «faro moral» de la sociedad chilena.

Las sociedades cambian. El acceso a la información que traen las nuevas tecnologías nos permiten abrir fronteras y la discusión se vuelve mayor. Todo eso es muy bienvenido y claramente pone en jaque los dogmas, afectando a una institución antigua y con reticencia al cambio. ¿Pero cuánta de la actual crítica tiene que ver con la propia jerarquía de la Iglesia chilena? ¿Cuánto de la mirada crítica de hoy se debe al comportamiento de la propia Iglesia Católica?  

La jerarquía de la Iglesia Católica hoy busca el poder no en los ciudadanos, sino en la élite política y económica. Sus relaciones y foco de influencia se centran en ciertos partidos políticos declarados confesionales y principalmente en los grandes grupos económicos del país. Es más. La cabeza del grupo Matte, Eliodoro Matte, es un católico conservador público, que salió en defensa de Karadima usando todo su poder. Pero al mismo tiempo su empresa más importante (la CMPC con el papel de limpieza) se coludió por más de diez años robándoles diariamente a todos los chilenos. ¿Qué tipo de valores religiosos son esos? ¿Qué condena hizo la Iglesia Católica a uno de sus «poderosos»?

¿Es acaso la jerarquía de la Iglesia la que lidera la presión por bajar los niveles de desigualdad del país? ¿Es la Iglesia un «faro» para definir un mejor salario mínimo o una mayor igualdad salarial para las mujeres? No, no lo es.  

Cuando la reforma educacional puso el debate en la inclusión y la no discriminación de los alumnos, ¿qué dijo y que hizo la jerarquía de la Iglesia Católica? ¿Cómo puede entenderse que una religión que promueve la caridad, la solidaridad, el ponerse en los zapatos de los más vulnerables, insista en la selección de alumnos? ¿Cómo se entiende que en los colegios declaradamente católicos se ponga una serie de condicionantes para el ingreso de sus alumnos y sus familias, incluida la condición económica?

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Y más relevante aún. ¿Cuánto ha hecho la jerarquía de la Iglesia Católica por expulsar, denunciar y entregar toda la información posible de los abusadores sexuales que cobija?

No es casualidad que hoy se instale el debate de si una celebración de Fiestas Patrias debe ir acompañada de un Te Deum.  No es casualidad que hoy se exija que paguen impuestos por sus platas como todos los chilenos. No es extraño que ante la noticia de la visita del papa Francisco, la segunda visita papal en la historia del país, haya alegría pero también crítica y rechazo. Pero OJO, no sólo es por un mundo que cambia y nos vuelve más cuestionadores. También es por el camino que ha hecho la propia jerarquía de la Iglesia por mantener su poder y su influencia.

Las opiniones expresadas aquí no son responsabilidad de Publimetro

 

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