Los refugiados que huyen de sus hogares tienen que tomar decisiones difíciles sobre qué llevar y qué dejar atrás.
El fotógrafo alemán Gabriel Hill, cuyo estudio en Suiza se encuentra cerca de alojamiento de refugiados, decidió capturar a hombres y las mujeres refugiados con sus posesiones más valiosas para la serie ImPORTRAITS.
Estas son las historias:
1. Pedazo de papel.
Ahmet, de 23 años, huyó de Eritrea
Ahmet: “Meses después de mi fuga de Eritrea encontré a alguien en Suiza que podría ponerse en contacto con mi familia. Ellos pensaban que yo no sobreviví a la travesía por buque. El pedazo de papel con su número era la cosa más importante que tenía “.
Suleyman, de 18 años, huyó de Afganistán
Suleyman: “El teléfono era la única manera en que podía lograr que mi familia supira dónde estaba en mi viaje y que yo estaba bien. Mi madre estaba muy preocupada, por lo que una llamada de vez en cuando ayudó a calmarla. El teléfono también me hizo sentir más seguro y menos solo “.
Sejla, de 33 años, huyó de Bosnia
Sejla: “Cuando era una niña, mi padre a menudo iba a viajar a África para el trabajo. Una vez, cuando yo tenía tres años, yo le había pedido que me trajera un mono real, pero él me trajo un conejo de peluche que había comprado en el aeropuerto de Zurich. Llevé ese conejito en todas partes “.
Vinasithamby, de 64 años, huyó de Sri Lanka
Vinasithamby: “Tuve que abandonar nuestra casa en Sri Lanka en 1984. Caminé la mayor parte del trayecto, pero con el fin de llegar a Suiza tomé un barco, un avión y un tren también. Yo no era capaz de cargar mucho conmigo, además de la ropa que tenía puesta. Ya que tenía que dejar atrás a mi familia, estas fotos fueron las únicas cosas que eran importantes para mí, y por suerte pude llevarlas conmigo “.
Marie-Therese, de 62 años, huyó de la República Democrática del Congo
Marie-Therese: “Tuve que dejar mi casa en cuestión de segundos. Por desgracia, no había tiempo para llevar algo conmigo “.
Los refugiados que huyen de sus hogares tienen que tomar decisiones difíciles sobre qué llevar y qué dejar atrás. El fotógrafo alemán Gabriel Hill, cuyo estudio en Suiza se encuentra cerca de alojamiento de refugiados, decidió capturar a hombres y las mujeres refugiados con sus posesiones más valiosas para la serie ImPORTRAITS.