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AFP
Los países de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) se reúnen el miércoles en la capital de Argelia para intentar reactivar los débiles precios del crudo pero sus divisiones alejan la perspectiva de un acuerdo, según los expertos.
«Un acuerdo conjunto para congelar la producción sería una sorpresa», dice Didier Houssin, presidente del centro de investigación Ifpen.
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«Los analistas se esperan declaraciones muy tibias sobre (…) la estabilización de la producción, sin medidas obligatorias ni cuotas específicas», asegura.
Incluso si hubiera acuerdo, probablemente el precio del petróleo sólo subiría temporalmente, como ya hizo a principios de septiembre cuando Arabia Saudí y Rusia (que no pertenece a la Opep pero estará en la reunión de Argel) dijeron que cooperarían para estabilizar el mercado.
Sin embargo, los dos principales productores de petróleo del mundo no han tomado desde entonces ninguna medida.
El pesimismo de los expertos contrasta con las declaraciones de Nicolás Maduro, el presidente de Venezuela, también miembro del cártel, que ve «cerca» un acuerdo.
«Estamos cerca de un acuerdo entre los países productores Opep y no Opep», dijo Maduro el pasado lunes, y señaló haber tratado el tema con sus homólogos de Irán y de Ecuador, el otro miembro latinoamericano de la organización.
Desde mediados de 2014, los precios del crudo han caído como consecuencia del exceso de oferta, alentado por el ‘boom’ del gas y el petróleo de esquisto en Estados Unidos.
Pero también ha contribuido al declive de las cotizaciones la estrategia de los países del cártel, que han preferido no reducir la producción para mantener sus cuotas de mercado.
El propio secretario general de la organización, el nigeriano Mohammed Barkindo, rebajó las expectativas del encuentro informal del miércoles, que coincide con la celebración en Argel del Foro Internacional de la Energía (IEF), y dijo que será sólo una «reunión de concertación».
Pérdida de influencia
En abril, Rusia y los países de la Opep, cuyas economías han sufrido mucho por la caída del crudo, no lograron ponerse de acuerdo para congelar la producción, principalmente por las desavenencias entre Arabia Saudí e Irán.
Irán insiste en recuperar su cuota de mercado anterior a las sanciones internacionales por su programa nuclear y por eso se negó a congelar la producción. Pero ahora podría cambiar de posición tras alcanzar 3,8 millones de barriles diarios (mbd), cercanos a los 4 mbd de antes de las sanciones.
Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), la Opep produjo 33,47 mbd en agosto (un tercio de la producción mundial), un aumento de 930.000 barriles al día en un año.
«En el contexto actual, la Opep no tiene influencia porque hay tantas divergencias políticas que ni el secretario general logra controlar nada», afirma Olivier Appert, presidente de la organización Consejo Francés de la Energía.
Y aunque Rusia sigue considerando «realista» una reducción de su producción del 5%, Pierre Terzian, director de la revista especializada Pétrostratégies, lo cree improbable. «Nunca hasta ahora hemos visto a los rusos reducir o congelar su producción», advierte.
Para Arabia Saudí, el aumento del precio del crudo sería contraproductivo porque alentaría de nuevo la producción en Estados Unidos.
«Si cortas la producción [de petróleo] los precios suben y te beneficias pero otros se benefician más que tu», explica el experto Thierry Bros para resumir la posición saudí.
Tras haber caído a su nivel más bajo en enero, el precio del barril ronda actualmente los 45 dolares, cercano a los 50-60 dólares, un precio que algunos miembros de la Opep consideran razonables.
DP/PCP