Un adolescente mató el miércoles a su padre y luego hirió a dos niños y una maestra en un tiroteo en una escuela primaria de Carolina del Sur, sureste de Estados Unidos, informaron las autoridades.
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Poco antes del tiroteo, un hombre de 47 años, Jeffrey Osborne, murió de heridas de bala en una casa a 3 km de la escuela Townville, en el condado de Anderson, en el oeste de Carolina del Sur.
El investigador forense Greg Shore confirmó a la AFP que Osborne era el padre del joven sospechoso que después abrió fuego en el patio de recreo de la escuela.
En el ataque ocurrido a las 13H45 (17H45 GMT), el joven hirió a un niño en una pierna, a otro en un pie y a una maestra en un hombro, detalló en conferencia de prensa el capitán Garland Major, de la oficina del alguacil del condado de Anderson.
El menor «fue detenido sin incidentes», dijo el oficial, descartando cualquier motivación racial o de índole terrorista. «La comunidad no está en peligro en este momento».
Pero no se sabe si hay antecedentes de problemas de salud mental, dado que la investigación está «en su etapa inicial».
También se desconoce por el momento si el atacante y los heridos estaban vinculados en algún sentido, añadió el capitán.
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Las autoridades no informaron de las edades de los niños heridos.
Joanne Avery, la superintendente del distrito escolar al que pertenece la escuela Townville, dijo que la institución permanecerá cerrada toda la semana.
«Tenemos el corazón roto por este insensible acto de violencia», declaró en la conferencia de prensa, que reunió a varias autoridades.
El capitán Garland Major se felicitó por la rápida respuesta de los cuerpos policiales.
Las imágenes de televisión mostraban que los agentes evacuaron ordenadamente la escuela, llevando a los pequeños en autobuses custodiados por uniformados armados a una iglesia cercana.
También se podían ver los helicópteros que llevaron a los niños de urgencia a un hospital cercano. La maestra fue conducida en una ambulancia.
El senador Tim Scott, representante de Carolina del Sur, lamentó el acontecimiento a través de Twitter.
«Estoy rezando por que los informes iniciales según los cuales no se ha perdido ninguna vida humana sigan siendo ciertos y por aquellos que resultaron heridos y sus familiares», escribió.
En la plaza frente a la iglesia, se congregaban los padres y representantes de los niños que fueron evacuados. Uno de ellos, Eddie Bennett, dijo al noticiero de WYFF que había acudido «a mostrar apoyo emocional».
De acuerdo a medios locales, la escuela tenía 286 estudiantes, desde preescolar hasta sexto grado.
Los tiroteos en las escuelas se han vuelto una preocupante cotidianidad en la vida de los estadounidenses. Muchas instituciones han aumentado la seguridad en los últimos años, en particular después de la horrible masacre de la escuela Sandy Hook en Newtown, Connecticut (noreste).
Allí, en 2012, 26 personas, entre ellas 20 niños pequeños, fueron asesinadas por un joven armado.
PUB/IAM