Ex empleados del Trump National Golf Club de la ciudad californiana de Rancho Palos Verdes aseguraron que el candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, sólo quería trabajadoras guapas y que abogaba porque las que no fueran suficientemente atractivas debían ser despedidas.
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El diario Los Ángeles Times se hizo eco hoy de una serie de declaraciones de ex empleados de esa instalación de golf de Rancho Palos Verdes, situada a unos 50 kilómetros al sur de Los Ángeles, que en 2012 demandaron de manera colectiva a la compañía de Trump por las deficientes condiciones de trabajo, como la falta de recesos para comer y descansar.
«He visto a Donald Trump decirle a los gerentes muchas veces mientras visitaba el club que las empleadas del restaurante ‘no eran suficientemente guapas’ y que debían ser despedidas y sustituidas por mujeres más atractivas», afirmó en una declaración jurada Hayley Strozier, que fue directora de cátering en el club hasta 2008.
Strozier añadió que el polémico magnate daba esta orden «casi cada vez» que acudía a la instalación y que los gerentes modificaron los horarios del personal «para que las mujeres más atractivas estuvieran trabajando cuando el señor Trump tuviera planeado estar en el club».
«Donald Trump siempre quería a mujeres guapas trabajando en el club», dijo Sue Kwiatkowski, una gerente del restaurante en el club hasta 2009.
«Lo sé porque una vez me llevó aparte y me dijo: ‘Quiero que tengas algunas chicas guapas aquí. A la gente le gusta ver a personas atractivas cuando entran'», aseguró Kwiatkowski, quien añadió que, como consecuencia, ella y otros gerentes intentaban que las mujeres más guapas de la plantilla trabajaran cuando apareciera Trump.
Jill Martin, abogado y asistente general de Trump Organization, defendió que la compañía no practicó «discriminación de ningún tipo», que siempre obedeció las leyes salariales y que cumplió con las pausas para comer y descansar.
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Por su parte, Charles West, que se desempeñó como gerente del restaurante, aseguró que Trump en una visita vio a «una joven y atractiva trabajadora llamada Nicole (…) y ordenó que fuera llevada a donde se estaba reuniendo con un grupo de hombres».
«Después de que le presentaran a esa mujer, el señor Trump dijo a sus invitados algo así como: ‘¿Ven? No tienen que ir a Hollywood para encontrar a mujeres hermosas'», afirmó West, quien terminó su relato asegurando que Trump se giró a Nicole tras esa frase y le preguntó si le gustaban «los hombres judíos».
Estas acusaciones de machismo contra Trump salen a la luz pocos días después del primer debate presidencial, en el que la candidata demócrata, Hillary Clinton, recordó los despectivos comentarios de Trump sobre las mujeres.
«Este hombre ha llamado a las mujeres cerdos y perros, ha dicho que los embarazos son una inconveniencia para las empresas y que las mujeres no merecen el mismo salario que los hombres», cargó Clinton en el debate celebrado el pasado lunes en la Universidad de Hofstra, en la isla de Long Island (Nueva York)
Uno de los momentos más comentados de la noche fue cuando la exprimera dama recordó que Trump, expropietario de los certámenes de belleza Miss USA y Miss Universo, llamó a la venezolana Alicia Machado, ex Miss Universo, «Miss cerdita» y «Miss ama de casa».
Trump respondió un día después afirmando que Machado, que ha declarado su apoyo a Clinton, «era lo peor, absolutamente lo peor, era imposible (…). Era la ganadora, y (después) ganó una cantidad masiva de peso y eso fue un verdadero problema».
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