El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el presidente palestino, Mahmud Abas, se estrecharon la mano este viernes antes del funeral del expresidente israelí Shimon Peres en Jerusalén.
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Bajo una carpa instalada para acoger a los dirigentes llegados del extranjero, Abas y Netanyahu se hablaron brevemente.
«Estoy encantado de verle, hacía tiempo», le dijo Abas al jefe del gobierno israelí, antes de saludar a su esposa Sara Netanyahu, según un vídeo difundido por el portavoz del primer ministro.
Los dos hombres no se habían dado un apretón de manos desde la cumbre sobre el clima de París, hace casi un año.
La presencia de Abas en Jerusalén es algo que no acontecía desde hacía años. De hecho el presidente palestino necesitó un acuerdo especial de los israelíes.
Ningún presidente árabe ha asistido, pero Egipto, uno de los dos países árabes en haber firmado la paz con Israel, envió a su ministro de Relaciones Exteriores.
Abas llegó acompañado por el número dos de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) y del jefe de los servicios de seguridad palestinos.
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Abas calificó a Peres de «socio para la paz de los valientes». El movimiento islamista Hamas, en el poder en la Franja de Gaza, lo tachó en cambio de «criminal» y buena parte de la población palestina piensa otro tanto.
PUB/IAM