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Pablo Contreras Pérez
«Al igual que una familia que tiene gastos mayores que sus ingresos en algún momento tenemos que decidir cómo financiar eso». Así explicó el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés en una entrevista radial al señalar por qué la deuda de Chile está aumentando.
Y es que según datos del propio ministerio, para el próximo año, lo que debe el Estado chileno corresponderá al 25,2% del Producto Interior Bruto (PIB). Es decir, siguiendo el ejemplo de Valdés, esto significa que un hogar tiene deudas equivalentes a la parte de lo que gana en un año.
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Si no entiende muy bien de qué se trate que nuestro país tenga deudas, acá te lo explicamos en 5 puntos:
1. ¿Qué es la deuda pública?
Según explica el sitio web del Ministerio de Hacienda, la deuda pública corresponde a las obligaciones financieras (bonos, préstamos) contraídas por el Gobierno, con las que se compromete a pagar intereses y el préstamo original en ciertas fechas.
Cuando un país emite bonos, significa que se está endeudando por un monto en específico. Por un tiempo paga solo los intereses hasta cuando este bono vence y se paga el total de la plata que se le prestó.
2. ¿Es alta la deuda de Chile?
Según explica Francisco Aravena, académico de la Facultad de Economía y Negocios de la U. San Sebastián, para catalogar de alta una deuda, hay que hacer una comparación con otro parámetro.
Como se mencionó anteriormente, el Gobierno estima que la deuda del Estado llegue al 25% del PIB. «Esto es una cifra no menor, pero lo más importante de esta deuda es si es sostenible y solvente en el tiempo», dice el académico, lo que se podrá establecer dependiendo de variables como el crecimiento de la economía y de cuánto gane o gaste el Estado en el largo plazo.
3. ¿Cómo se generó esta deuda?
Son varias las causas que lo explican. Cabe señalar que el porcentaje de deuda del país para 2017 es la más alta desde 1994. A juicio de Aravena, «tenemos una estructura de tributación que no se ha acomodado a los tiempos, sumado a un crecimiento en el gasto importante en los últimos años por diversos factores, en un contexto de bajos niveles de crecimiento, y variables externas como un bajo precio del cobre» ¿En simple? Se ha gastado más de lo que el Estado ha ganado en estos últimos años.
4. ¿Cuáles son las consecuencias?
Como en cualquier familia, cuando comienzan los vencimientos de las deudas y los ingresos no han aumentado, se debe comenzar a priorizar, dejando de lado algunas cosas, para cumplir esos compromisos.
Según el economista, esto significa que este y los Gobiernos futuros deberán decidir en qué dejar de gastar, para poder pagar esos préstamos y añade que «amarrarse con niveles de endeudamiento muy alto también genera consecuencias como pagar mayores niveles de interés, etc».
5. ¿Por qué no usar los ahorros?
El ministro Valdés sostuvo que «Chile tiene la capacidad de endeudarse un poco más», por lo que descartó usar los Fondo de Estabilización Económica y Social, ese colchón de ahorro que tiene Chile en el extranjero que suma US$ 14,6 mil millones a junio de 2016, para financiar el gasto y déficit fiscal de 2017. ¿Por qué optar por esta alternativa en vez seguir endeudándose?
Según Aravena, «en algunos casos, podría ser más conveniente acceder a niveles de deuda mayor que perder la rentabilidad que te generan los recursos de alguna de las fuentes de ahorro», lo que se suma a que nuestro país tiene condiciones crediticias muy buenas, dado su prestigio en esta área. Asimismo, el secretario de Estado asegura que este «chanchito» está para periodos complejos. De hecho, parte de esos recursos se utilizaron para sortear la crisis de 2008.