La Policía brasileña presentó nuevos cargos contra el ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva por corrupción por supuestamente interferir a favor de un sobrino para que consiguiera una obra en Angola, según medios locales.
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La policía concluyó que el sobrino de la primera esposa de Lula da Silva, Taigura Rodrigues dos Santos, quien posee una pequeña empresa de construcción civil, cerró contratos con Odebrecht en Angola gracias a la influencia del expresidente.
Según informaron fuentes oficiales a medios locales, Taigura Rodrigues dos Santos recibió alrededor 20 millones de reales (unos 6,1 millones de dólares) por parte de Odebrecht por los supuestos servicios realizados.
La Policía Federal cree que, en realidad, esa cantidad es un soborno que Odebrecht pagó a la empresa del sobrino de Lula a cambio de facilidades en los millonarios créditos que recibió entre 2011 y 2014 del estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes).
Fuentes de la policía consultadas por Efe evitaron pronunciarse sobre los nuevos cargos contra el ex presidente.
En un comunicado publicado en sus redes sociales, la asesoría del ex presidente señaló que la vida de Lula es investigada desde hace cuarenta años y «nunca fue encontrada una irregularidad».
«Lula no ocupa ningún cargo público desde el uno de enero de 2011 y siempre actuó dentro de la ley, antes, durante y después de ocupar dos mandatos como presidente de la república», destacó.
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Atribuyó las denuncias a una «campaña de masacre mediática» que busca «destruir la imagen del ex presidente más popular de la historia del país».
La policía también presentó cargos contra Marcelo Odebrecht, ex presidente de la constructora, y contra el sobrino de Lula, que el pasado mayo fue llevado a declarar por la policía en el marco de la operación bautizada como Janus.
La operación Janus transcurre de manera paralela al caso Petrobras, también conocido como Lava Jato, el cual investiga la corrupción en la petrolera estatal Petrobras.
Lula ya fue denunciado en el marco de ese proceso por corrupción y lavado de dinero, cargos que ahora deberá juzgar el implacable juez Sergio Moro, a cargo de las investigaciones que indagan la trama corrupta enquistada en la petrolera.
La Fiscalía ha acusado a Lula de ser el «comandante máximo» de la red que operaba en Petrobras, la cual desvió millones de dólares de la petrolera entre 2004 y 2014.
Paralelamente el ex mandatario ha sido enjuiciado por obstrucción a la Justicia, por el supuesto intento de soborno de un implicado en las corruptelas en Petrobras, al que habría ordenado que se le ofreciera dinero a cambio de su silencio.
PUB/IAM