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EFE
El fabricante de coches Ford cierra este viernes sus plantas de producción de coches en Australia poniendo fin a más de 90 años de operaciones en la industria automotriz del país oceánico.
Unos 600 trabajadores perderán sus trabajos con el cierre de las plantas de Broadmeadows y Geelong, en el sur del país.
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El director ejecutivo de Ford Australia, Graeme Whickman, dijo que la empresa seguirá operando en otros campos y que en 2018 espera contratar a 1.500 profesionales altamente cualificados como ingenieros y diseñadores, según la cadena ABC.
Ford diseña en Australia sus modelos Everest y Ranger, aunque los ensambla en otros países.
Un Falcon azul, cuya imagen fue compartida en las redes sociales, fue el último coche fabricado en Australia por Ford, el primero de los tres grandes constructores que cierra sus plantas en el país.
Ford anunció en 2013 el cese de su producción y después lo hicieron Holden (filial de General Motors) y Toyota, que cerrarán sus fábricas en Australia en 2017.
El ministro de Finanzas, Mathias Corrman, dijo a la cadena Sky News que el Gobierno, a través de su plan para desarrollar la industria militar, buscará ayudar a los trabajadores afectados a «hacer una transición a nuevos empleos».
Corrman atribuyó el cierre a «retos estructurales sostenidos en la industria para ser competitivos a pesar de los importantes subsidios que aportaron los contribuyentes durante mucho tiempo» y aseguró que al final no se halló «un futuro viable» en Australia.
Desde la apertura de la primera planta de ensamblaje de Ford en 1925, en Australia se instalaron once grandes fabricantes, incluidos Renault, Chrysler, Volswagen o Nissan, hasta que la caída de ventas o los costes de producción provocaron la salida paulatina de todas ellas.
DP/PCP