“¿Ves lo que yo veo? ¿Oyes lo que oigo?”, se preguntaba la banda “P.O.D” en la canción “Sleeping Awake”, de la película “Matrix Revolutions” (2003). Esta hizo parte de una saga que hizo que millones de personas se preguntaran si lo que estaban viendo, cada vez que despertaban, era real.
O una simple ilusión.
Pero la teoría no parece tan fantasiosa. Algunos científicos creen que esto está pasando. Basados, sobre todo, en la tecnología y sus avances. Cercana, cada día, a simular la realidad de manera asombrosa. Y la idea de que sí somos parte de esa “Matrix”, esa simulación, tiene simpatizantes. Como Elon Musk.
En junio de este año, este afirmó que la probabilidad de que estuviéramos en una realidad objetiva era de “una en mil millones”. Asimismo, Alan Guth, del Instituto de Tecnología de Massachusetts, en Estados Unidos, afirma que “quizás nuestro universo es un experimento”. Esto también lo cree el gurú tecnológico Ray Kurzwell.
En “Futurama” se adelantaron a los hechos: una simulación real de estrellas de cine permitía a los usuarios tenerlas como “novias”. Fry tenía a Lucy Liu.
Pero no creen que esto sea una realidad falsa. Guth dice que el Universo que conocemos es más bien un experimento. Uno que es resultado de un Big Bang creado por alguna inteligencia superior. De ahí se formó el tiempo y espacio. Pero, aún así el Universo sería real, aunque originado por un proceso artificial.
Los que sí creen en la “Matrix”
Elon Musk y otras personalidades, sin embargo, afirman que nosotros somos completamente simulados. Y que por supuesto, no tenemos escape. Alude al a razón de que ya recreamos el mundo a través de la virtualidad, a través de videojuegos e investigaciones científicas. También, con la tecnología creamos seres que puedan simular sentimientos. Por eso, las simulaciones ya existen, más allá de nuestro mundo real.
Ahora bien, hay posibilidades infinitas dentro de esta conjetura. Por ejemplo, las civilizaciones inteligentes, como afirma el filósofo Nick Bostrom (Universidad de Oxford), no llegan a desarrollarse tan elevadamente para producir estas simulaciones. Tal vez por ética, no quieren hacerlas o sí estamos viviendo una simulación. Pero otros científicos como George Smoot, ganador del premio Nobel, afirman que los dos primeros argumentos carecen de evidencias reales. Más cuando las simulaciones se hacen para buscar conocimiento.
Simulaciones de realidad aumentada como Snapchat se usan para diversión, pero ya existen otros usos de lo “real” en lo virtual: desde belleza, hasta juegos y apps.
Por lo tanto, sí podríamos estar en una simulación. Pero las pruebas también son inconexas y no llegan a ser un patrón. Por ejemplo, hallar inconsistencias en las leyes de la física, o errores en el redondeo de cifras en las computadoras. O el hecho, como creen algunos científicos, de que todo esté diseñado para “encajar”. Que todo sea preciso y que funcione a través de líneas matemáticas.
Los fallos de la creencia
Pero el último argumento de la “Inteligencia superior” tambalea. ¿Y si esta solo hace lo que hace basándose en los principios de “su” Universo”?
Entonces no seríamos administrados por una computadora, sino porque hay un principio de un mundo real que se aplica al nuestro también. Ahora bien, teorías como la cuántica se aplican a la informática. De ahí a que algunos crean que la naturaleza es información pura, como los ceros y unos de la computadora.
¿Y si la teoría del Big Bang solo es otra simulación “real”?
Esto lo sostiene también gente como Seth Lloyd, del Instituto Tecnológico de Massachusetts. Él afirma que todo lo que pasa es de cierta forma, computación, reporta el portal “BBC”. “La estructura de la materia en su escala más pequeña es equipara a bits haciendo operaciones digitales locales”. Entonces, seríamos información, solamente, aunque la idea de ser construcciones de computadora, es una idea que no se podría asimilar.
Y eso, aunque desde el siglo XVIII, filósofos como George Berkeley argumentaran que el mundo era una ilusión.
¿Vivimos en una simulación de todo lo que creemos real? Aunque parece salida del guión de «Matrix», la teoría, según expertos, no es tan descabellada.
