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El candidato republicano en EEUU, Donald Trump, siguió hoy agitando rumores sobre un posible fraude electoral en las «amañadas» elecciones de noviembre, pese a que su compañero de fórmula, Mike Pence, quiso rebajar la retórica y aseguró que los dos aceptarán el resultado de los comicios.
En una jornada en la que tanto Trump como su rival demócrata, Hillary Clinton, descansaron de sus actos de campaña, el magnate recurrió a su cuenta de Twitter para seguir difundiendo una serie de quejas que ha acentuado a medida que sus apoyos caían en las encuestas.
«Las elecciones están absolutamente amañadas por los deshonestos y distorsionados medios de comunicación que impulsan a la corrupta Hillary, pero también en varios lugares de votación. TRISTE», dijo Trump en uno de sus tuits.
El magnate insistió en esa idea incluso después de que su candidato a vicepresidente apareciera en varios programas de televisión y asegurara que las críticas de Trump se refieren a lo que considera un «obvio sesgo en los medios nacionales» a favor de Clinton.
«Por supuesto que aceptaremos el resultado de las elecciones», prometió Pence en una entrevista en la cadena de televisión NBC News, donde dijo que Trump y él asumirán «la voluntad del pueblo estadounidense» y evitó ahondar en la idea de una posible manipulación de los votos en las elecciones del 8 de noviembre.
Trump ha llegado a pedir a sus simpatizantes que vigilen los lugares de votación para identificar un posible fraude electoral, lo que ha aumentado los temores en ambos partidos de que el magnate pueda negarse a aceptar una posible derrota contra Clinton, algo que podría incitar a respuestas volátiles por parte de sus seguidores.
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Varios de los apoyos más destacados de Trump, como los republicanos Newt Gingrich y Rudy Giuliani, sí incidieron hoy en esa idea de una posible manipulación en las urnas, de la que se han desmarcado otras figuras del partido republicano como el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan.
«La gente muerta suele votar más por los demócratas que por los republicanos», aseguró Giuliani en una entrevista en la cadena CNN, donde argumentó que, en algunas grandes ciudades, ese partido «deja a gente muerta» en los registros y luego «paga a gente para votar en nombre de esa gente muerta cuatro, cinco, seis, siete, ocho» veces.
El candidato demócrata a la Vicepresidencia, Tim Kaine, criticó hoy las «afirmaciones alocadas» de Trump sobre la supuesta manipulación de las elecciones, al asegurar a la cadena ABC News que el magnate «no debería usar ese tipo de tácticas del miedo».
Mientras, varias nuevas encuestas confirmaron que a Trump le está pasando factura la reciente salida a la luz de comentarios denigrantes y machistas que hizo en 2005 y las acusaciones de acoso sexual que le han hecho desde entonces una decena de mujeres.
Una encuesta conjunta del The Wall Street Journal y la cadena NBC otorga a Clinton 11 puntos de ventaja entre los votantes probables, mientras que otra del Washington Post le daba 4 puntos de margen a la ex secretaria de Estado y una última de CBS le concedía 6 puntos más en 13 estados disputados que serán clave en las elecciones.
El propio Trump reconoció hoy que ha perdido apoyos entre las mujeres, al preguntar a sus seguidores en Twitter: «¿pueden creer que he perdido a mujeres votantes con base en sucesos inventados que nunca ocurrieron? ¡Los medios están amañando las elecciones!».
Trump ha restado credibilidad a las acusaciones de varias de las mujeres que dicen que las acosó hace años por considerar que no son lo suficientemente atractivas, y hoy su compañero de dupla presidencial evitó defenderle en ese argumento.
«Yo no diría nada para menospreciar a ninguna mujer que crea que ha tenido una experiencia como esta. Pero Donald Trump ha dejado claro que estas acusaciones son categóricamente falsas», aseguró Pence a la cadena NBC News.
El aspirante a vicepresidente y gobernador de Indiana también contradijo a Trump en otro aspecto, al opinar que «las pruebas siguen apuntando» a que Rusia fue quien pirateó correos electrónicos del partido demócrata con el objetivo de influir en las elecciones, algo que el magnate ha puesto en duda.
Mientras, un asesor de Hillary Clinton, Jake Sullivan, instó en un comunicado a Trump a condenar el «Watergate moderno» que, a su juicio, suponen los ciberataques de Rusia y a revelar las presuntas conexiones de su campaña con Moscú y WikiLeaks.
Trump hará campaña este lunes en Wisconsin y el martes en Colorado, mientras que Clinton no tiene de momento ningún mitin programado hasta su aparición el próximo miércoles en el último debate presidencial, en Las Vegas (Nevada).
PUB/IAM