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En Estados Unidos llaman la «sorpresa de octubre» al evento político inesperado que sucede a pocas semanas o días de las elecciones presidenciales, que pueden o no incidir en los resultados electorales finales. En este caso, la sorpresa fue el anuncio del FBI del hallazgo de nuevos correos electrónicos de Hillary Clinton que serán investigados. Una investigación que ya había sido cerrada sin hallar méritos para acusarla. Estos nuevos mensajes fueron descubiertos en el portátil del ex congresista Anthony Weiner, quien fuese la pareja de una de las asesoras más cercanas a Clinton, Huma Abedin.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reafirmó el miércoles su voluntad de no interferir en la investigación en curso del FBI sobre los mensajes electrónicos de la candidata demócrata, Hillary Clinton, pero insistió en que las pesquisas no deberían basarse en «insinuaciones».
¿Por qué el FBI destapó el caso a tan pocos días de las elecciones?
Con los nuevos correos electrónicos de Hillary Clinton, el FBI “rompió un patrón” que había seguido durante los últimos meses para no alterar las elecciones presidenciales. De acuerdo a CNN, los correos fueron descubiertos hace semanas, pero el FBI no reveló su existencia hasta el viernes.
Lo que muchos cuestionan es la legalidad del acto y la independencia del FBI. Harry Reid, el jefe de la bancada demócrata en el Senado, considera que el FBI quebró las reglas: «Mi despacho llegó a la conclusión de que estas acciones pueden suponer un incumplimiento de la Ley Hatch que prohíbe al FBI utilizar su autoridad para influir en unas elecciones», afirmó Reid el fin de semana.
Según los expertos, nunca antes en la historia el FBI tuvo una actuación tan significativa en una elección presidencial como en la que se celebrará el próximo martes.
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Cómo puede afectar al resultado electoral
En opinión de los analistas, el inesperado anuncio del FBI podría tener un gran impacto en el pequeño porcentaje de entre el 3 y el 5 % del electorado que se mantiene indeciso y que podría no acudir a las urnas el 8 de noviembre para elegir al próximo Presidente de EEUU y a buena parte de los legisladores del Congreso.
Clinton tenía planeado centrarse en los votantes indecisos en los últimos días de su campaña, pero ahora debe enfrentarse a la polémica surgida tras el anuncio de una nueva investigación sobre el uso que hizo de servidores de correo privados para tratar asuntos oficiales cuando era secretaria de Estado (2009-2013).
Solo el hecho de que se hable de los emails recuerda los puntos débiles de Clinton: su credibilidad y su entorno secretista. Y cada vez que el asunto toma protagonismo, la candidata baja en las encuestas: un reciente sondeo de The Washington Post y ABC ubican al republicano con un punto porcentual de ventaja sobre Clinton con 46% a 45%. Además, la encuesta sostiene que los electores consideran a Trump más honeta que la candidata demócrata: el magnate saca ocho puntos de ventaja cuando a los posibles electores les preguntan por quién de los dos candidatos es más honesto: Trump obtiene un 46% mientras que Clinton se queda en un 38%.
Desde que el FBI anunciara las nuevas pesquisas, los aspirantes republicanos al Senado han visto reforzado su argumento de que es necesario un Congreso totalmente republicano para vigilar de cerca a una posible presidenta Clinton, percibida por el electorado más conservador como alguien poco fiable.
PUB/IAM