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La comisión mixta de diputados y senadores rechazó el proyecto de ley de reajuste al sector público del 3,2% propuesto, por lo que queda en el limbo un eventual aumento en las remuneraciones de los empleados fiscales.
Tras este nuevo portazo dado por el Congreso, el Gobierno tendrá que decidir si enviar un veto para insistir con la misma cifra y buscar nuevamente su aprobación.
Tras ser aprobado por el Senado el jueves pasado y vuelto a rechazar sin ningún voto a favor por la Cámara de Diputados, la iniciativa tuvo que ir a esta tercera instancia en la que tampoco se logró un acuerdo ni sobre el incremento salarial, ni sobre los montos de los bonos.
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Tras la resolución de la comisión, el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, insistió en que «estamos en márgenes exiguos (…) si hubiéramos tenido mayores recursos el reajuste habría sido mayor» y fue tajante en señalar que seguirán conversando y dialogando, pero en base a la actual propuesta, la que «no se va a modificar».
«Estamos buscando alternativas de qué es lo más práctico para que nos lleve a buen puerto, pero quiero ser bien preciso, el 3,2% es la mejor oferta que hicimos en la mesa y que hicimos acá, y esa no se va a modificar», precisó el titular de Hacienda.
Recordemos que junto con el reajuste del 3,2% (6% para sueldo más bajos), el Ejecutivo también propuso congelar los sueldos a partir de los 4,8 millones de pesos, pese a que los diputados solicitaban bajar ese tope a los 4 millones, punto al cual el Ministerio de Hacienda nunca accedió.
El proyecto también incluye un bono de término de conflicto de $100 mil para las remuneraciones de hasta $500 mil; y de $73.500 para las remuneraciones líquidas superior a los $550.000 e igual o inferior a $770.000.
DP/PCP